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¿Viajero o turista? Me fui al GP de Valencia yo solo

¿Viajero o turista? Me fui al GP de Valencia yo solo...

Dicen que el turista va acompañado, pero el viajero va solo: mis reflexiones tras vivir el GP de la Comunitat Valenciana en solitario y desde la grada

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Redaccion Moto1pro
lldefonso García
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Ildefonso García
Fecha27/11/2023

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Aviso que vas a leer un artículo de opinión, así que si no te interesa lo que piensa un servidor, simplemente deja ya de leer para que no pierdas el tiempo. Tengo un cariño especial por el Circuit Ricardo Tormo y por la ciudad de Valencia. En varias ocasiones he ido a ver el Gran Premio acompañado por mi sobrino (que es lo más cercano que tengo a un hijo). Este año no pudo venir pero, pensando si quedarme en casa o no, me acordé de aquello de que el turista va acompañado, pero el viajero va solo.

Así que me fui solo: el sábado a las 07:45 partí desde Madrid. No es que sea friolero, sino que en mi caso ¡no hay palabras! A pesar de que he vivido en países muy fríos, es algo que mi cuerpo no aguanta. No sé si son mis genes canarios. Partí armado con ropa interior térmica (calzoncillos hasta los tobillos), otra camiseta térmica, una fina sudadera y una chaqueta de invierno con forro interior incluido. Además de buff, botas de caña alta y -la guinda- guantes térmicos.

¿Viajero o turista? Me fui al GP de Valencia yo solo

Camino al sol

A la hora de camino, ya por la provincia de Cuenca, el frío empezó a hacer mella en mi pecho. Mi Triumph Tiger Sport 660 tiene una pantalla-parabrisas pero no es muy alta, así que el General Invierno hacía de las suyas en mi ajado cuerpo. La A3 se llama la Autovía del Este. Lo que significa que si vas en dirección a Valencia tienes el sol de frente. Llevaba el Shoei GT Air II con pantalla transparente porque sabía que iba a tener que rodar de noche en algunos momentos (a las 18 horas ya oscurece) por suerte este casco tiene un visor solar que me ayudó a ver cuando tenía a Lorenzo mirándome a los ojos.

Pensaba que pese a ir solo al menos encontraría a moteros por el camino y podría unirme a ellos. ¡Ja! Solo en los 100 últimos km empecé a ver alguna moto… eso me pasa por levantarme antes de que hayan puesto las aceras. Durante la primera hora no dejaba de mirar el reloj de la moto además de ir contando los hitos km con la esperanza de que con cada minuto el frío fuese remitiendo y así fue pero de forma más lenta de lo que me habría gustado.

En el circuito

¡Entrábamos cientos de motos al circuito! Modelos de todo tipo, desde scooter hasta hi-sport, aunque siempre me sorprende la cantidad de BMW bóxer GS, ¡y nos las regalan precisamente! Diría que era la moto más común. Incluso en mi pequeño hotel solo éramos tres motos y una de ellas era una GS.

Hay una cosa que nunca he aguantado, ¡llevar el casco en la mano o colgando del hombro con la funda! Gracias a que había aparcamiento y guardacascos de MAPFRE, no tuve que usar mi enorme antirrobo en U con el que atar el Shoei a la Tigresa... Aparqué y me puse en la cola para entrar al circuito. Suelo elegir la tribuna de encima de la recta de meta (192,20 euros). Se ven la mayoría de las curvas del circuito pero no es cierto de que se ven todas. Había algunas publicidades que, al menos desde donde yo estaba, no dejaban ver bien las curvas 5, 9 y 10, mientras que el viraje 12+1 (el más bonito) se veía a medias...

Me sorprendió la cantidad de aficionados extranjeros, vi matrículas de Alemania, Francia, Italia, Portugal… En la tribuna también había mucha gente de fuera. En el sencillo hotel donde me alojé conviví con una buena colonia de italianos seguidores de Pecco que habían venido en avión.

A mi lado en la tribuna tenía a un padre bilbaíno que acompañaba por primera vez a su hija veinteañera. Una forofa de los Márquez (tenía una gorra con los número 73 y 93). Ella había venido varias veces y esta vez había liado al papá.

Pecco frente a Martín

Seguro que habrás escuchado eso de que como mejor se ven las carreras es en la tele. Algo que quizá merecería un artículo en profundidad. Mi humilde opinión: sí y no. Oír a las MotoGP en directo, para mí solo eso mereció el viaje. Encima, tuve la suerte de contar con tres pantallas enfrente de donde estaba. Procuro ir con prismáticos aunque es algo que lleva muy poca gente. Vamos, en la tele ves las imágenes pero en el circuito vives en tu propia carne lo que allí está sucediendo.

Siempre he disfrutado de la soledad pero debo ser honesto, ir a un Gran Premio solo como un perro, al menos para mí, no es lo ideal. Así que el domingo, a las 8 de la mañana regresé a Madrid. Quizá ser un viajero y no un turista es más duro de lo que yo pensaba. Llegué a casa a tiempo de ver las carreras. Pecco se proclamó por segundo año consecutivo campeón del mundo de MotoGP. ¿Me pregunto qué harán con las camisetas que tenían preparadas en caso de que Jorge Martín hubiese ganado el título? ¿Las quemarán como hace la policía con los alijos droga? Nuestro deporte es maravilloso y cruel al mismo tiempo, solo gana uno. Pecco, complimenti!

¿Viajero o turista? Al GP de Valencia solo
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