Comparativa: Kawasaki ER-6n vs Yamaha MT-07

Si bien la Yamaha MT-07 nos ha enamorado por las sensaciones que transmite, la Kawasaki ER-6n nos ha conquistado por su facilidad de manejo y versatilidad. Es más cómoda que su rival, tanto para piloto como, sobre todo, para el pasajero. Buena postura erguida y mandos en su sitio. Ojo, si eres de más de 1,80 cm los estribos te parecerán un poco altos y tras muchos km las rodillas se resentirán un poco. Por lo demás pasa con nota nuestras mediciones de confort.

También es más dócil y progresiva. Su bicilíndrico es un poco menos potente (72 CV) y más suave la respuesta del motor, por lo que es una moto más recomendable para los que tienen menos experiencia. Pero no nos engañemos ya que cuando abres gas a fondo la ER-6n saca su garra y demuestra unas cualidades dinámicas fabulosas.

Al igual que su rival peca de suspensiones blandas, pero suficientes si no haces un uso deportivo, que no es su fin. Es rodando rápido cuando echas de menos un poco más de potencia en la frenada ya que las pinzas de doble pistón Tokico resultan justas y hay que hacer más fuerza que en la MT para conseguir que frene con contundencia. Aquí es donde sus 25 kilos de más se notan. 

Al tener el depósito más elevado gana el pulso en la lucha contra el viento. No deja de ser un naked en toda regla pero al ir el pecho ligeramente protegido el impacto del aire es menor. Este depósito es dos litros superior al de la Yamaha, por lo que también gana la batalla del consumo ya que el promedio es muy parecido entre ambas.

En cuanto al diseño son motos que no tienen nada que ver. Cada uno con sus formas y personalidad bien definidas y modernas. Dos japonesas adaptadas a los gustos europeos pero cada una con un público bien diferenciado. En esta comparativa la Kawasaki sí contaba con frenada ABS, lo que le otorgaba un extra de seguridad frente a esta MT-07 en versión "no ABS".

“La MT-07 se ha creado para ser la motocicleta más rápida, potente, ágil y sofisticada de su categoría”, nos contaba hace unos meses el jefe del proyecto MT-07, Shin Yokomizo. Y desde luego que en Yamaha se han esforzado para que así sea. Estamos ante una moto muy ligera y tremendamente manejable. Confortable, ergonómica y con un punch de acelerador inmediato. Parece más potente de lo que declara (75 CV) pero es gracias a su innovador concepto “crossplane” propio de la marca. Dos cilindros en línea con el cigüeñal calado a 270º y un único eje de equilibrado.

Esta combinación ya lo vimos en la TDM900 y la XT1200Z, pero esta vez se ha ido más allá probando nuevas combinaciones en pro de la ligereza y reducir la fricción como los cilindros descentrados. El resultado es un motor súper eficiente y tremendamente divertido. Esto combinado con el compacto chasis en diamante de tubos de acero (7 kilos más ligero que la XJ6), su corta distancia de ejes y bajo centro de gravedad convierten a la moto en un auténtico juguete para mayores. En las tres primeras marchas la moto se levanta con muchísima facilidad.

Pero todos estos avances no tendrían sentido sin un buen equipo de frenos a la altura. Doble disco de 282 mm con pinzas radiales de cuatro pistones son más que suficientes para hacer que esta MT se detenga en tiempo récord. Ojo con el freno trasero. La moto carga poco peso detrás y es muy fácil derrapar si optas por la versión sin ABS. Es muy divertido si lo controlas pero puede ponerte en una situación comprometida si no. Esta unidad de MT-07 no tenía ABS.

Aunque su consumo es reducido -entorno a los 5 litros- y su inyección bien ajustada, el pequeño depósito de 14 litros apenas te permite superar los 200 km. Otro de sus inconvenientes es el pequeño asiento del pasajero y la falta se asas para el mismo.