Joan Barreda

Joan Barreda: "Quiero ganar el Dakar en moto y después saltar a los coches"

Joan Barreda llega al Dakar 2018 sin apenas haber subido a la moto en los últimos meses por una lesión de muñeca… pero está preparado. Nos cuenta como la claves de su preparación y cómo afronta la 40 edición del rally.

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Autor:
Hugh Banton
Foto:
Banton / HRC
Publicado el 13/12/2017
Joan Barreda

Si el otro día analizábamos al detalle la Honda CRF 450 Rally de Joan Barreda, hoy hablamos directamente con él para saber cómo plantea el próximo Dakar 2018 y sus planes de futuro.

- Vamos allá. Haznos primero un poco de balance de lo que ha sido para ti la temporada hasta el momento…

- «He comenzado siguiendo el mismo programa que en 2016, que creo resultó muy acertado, aunque mi lesión al final me ha complicado las cosas. He vuelto a hacer la Baja Aragón y el Vegas to Reno, pero mi convalecencia me ha impedido estar en la Ruta 40 y en Perú. Esto me ha perjudicado porque he perdido la posibilidad de pisar algunos de los terrenos por los que pasará este Dakar».

Hay que recordar que la lesión de Joan se producía justo antes de la Ruta 40, cuando probaba la moto y tuvo la desgracia de caer en un enorme agujero. Ahora vuelve a subirse a la CRF y éstos son sus planes inmediatos: «quiero estar rodando cuanto antes y, si las sensaciones son buenas, a primeros de diciembre viajaré a Estados Unidos para realizar allí un test en las dunas y empezar a recobrar el “feeling” en cuanto a navegación, kilómetros de moto, etc.».

- ¿Qué han significado para ti las victorias logradas este año en la Baja y en Reno?

- «Son carreras que me gustan mucho y en las que he tenido un estupendo “feeling”. En ellas me he encontrado muy rápido, muy seguro, y eso es en realidad lo que buscaba».

- En 2013, cuando defendías los colores de Husqvarna y la marca presentó su escuadra en Varese, tuvimos ocasión de hablar contigo sobre las dificultades del aprendizaje en la disciplina de los raids. Durante estos cinco últimos años ¿qué cosas nuevas has aprendido?

- «Mucho. En todo he evolucionado enormemente y ya no solo hablo de pilotaje, sino de que con el tiempo te das cuenta de que ésta es una especialidad en la que debes controlar muchos factores externos, un equipo, un entorno, que todo esté en su sitio. En eso diría que me he vuelto mucho más obsesivo e incluso ahora soy un tío bastante más organizado, más sistemático».

- Y desde el punto de vista mental, ¿te ves ahora más fuerte que hace cinco o seis años?

- «Antes que nada, yo trabajo mucho con la idea de mantener un alto grado de concentración durante todas las horas que dura una jornada de carrera, procurando que la cabeza no se te vaya a otras cosas. Y es un trabajo que llevo a cabo de la mano de un psicólogo deportivo que también desarrolla su labor con atletas de otras disciplinas, como el tenis, donde el factor psicológico juega un papel fundamental. Aquí es vital, porque la concentración evita que cometas muchos errores tontos».

Joan Barreda

Método de circuito

- ¿Dónde está el límite para el aprendizaje? Un piloto de tu nivel, ¿en qué puede aún mejorar?

- «Bueno, yo intento hacer mucho motocross, si no para mejorar, al menos para no perder mi velocidad. Sí, de acuerdo, soy un piloto rápido, pero lo soy porque lo trabajo muchísimo. No vale decir “ya voy bien así” y conformarse. Tienes que seguir entrenando y entrenando en circuito, algo que yo hago regularmente, tanto con moto de cross como con la de rally».

- Aparte del motocross, ¿qué otros deportes forman parte de tu entrenamiento rutinario?

- Con la moto, poco más hago, la verdad, pero luego practico deportes como el jet sky, el mountain bike, el snowboard, el esquí de montaña…».

- El director del equipo, Raúl Castells, ha nombrado hoy a toda esa larga serie de ingenieros japoneses que están involucrados en el proyecto Dakar. ¿Cómo es tu relación con ellos y con los altos mandos de HRC?

- «Con fábrica hay una relación muy estrecha. A partir, sobre todo, del año pasado, los japoneses se volcaron mucho en el desarrollo de la moto y si antes echaban mano de, por ejemplo, pilotos americanos para sus pruebas, enseguida se dieron cuenta de que necesitaban toda la información que yo pudiera facilitarles en cuanto al comportamiento de la misma. En ese momento dimos un gran paso. Ahora me escuchan con enorme interés y aunque a veces las mejoras o cambios que sugerimos no llegan tan deprisa como nos gustaría, porque todo en Japón tienen que aprobarlo y hay que seguir una serie de trámites, al final acabamos teniendo lo que pedimos».

- Las líneas generales de la que será la cuadragésima edición del Dakar ya están definidas. A la vista de lo que sabes, ¿qué puedes decirnos?

- «Pues que será una Dakar bonito. Ya la primera semana en Perú la carrera dará juego, con esas etapas complicadas, un ciento por ciento de dunas, y una navegación difícil. Allí habrá que estar atento con vistas a desplegar una buena estrategia. Tendremos muchos días seguidos de arena y habrá que saber escoger en qué etapas conviene atacar y en cuáles no. Tampoco volverse loco, porque hablamos del comienzo de la prueba, pero si se puede salir con cierta ventaja de Perú, pues eso que te llevas».

- ¿En qué condiciones disfrutas más encima de la moto? ¿Arena, barro, pista, dunas…?

- «A mí me van sobre todo los tramos rápidos. Hombre, las dunas también me gustan, especialmente, cuando ofrecen una buena visibilidad y no resultan peligrosas, pero, por lo general, es en las etapas muy muy veloces donde estoy arriba y puedo marcar diferencias».

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Herramientas de titanio

- Con una filosofía muy endurística, las CRF 450 del equipo incorporan todas las facilidades imaginables para que los pilotos, si las circunstancias así lo requieren, puedan trabajar en ellas con celeridad. ¿Hablamos de las herramientas…?

- «llevamos un kit de herramientas que viajan en la propia moto, en mayor o menor número dependiendo del tipo de etapa. Bajo el depósito delantero de gasolina, por ejemplo, va colocada la llave para desmontar la rueda trasera… y después llevamos herramientas básicas, para, en un momento dado, poder desmontar un poco la moto. Lo más curioso es que son herramientas no de hierro sino ¡de titanio! para que no pesen. Las tocas y parecen de plástico».

- ¿Y qué puedes contarnos del mantenimiento en carrera?

- «Tenemos, por un lado, un mantenimiento periódico de algunos elementos básicos, como pueden ser la cadena o el mismo aceite, que prácticamente se cambia casi a diario. Luego, hay otra serie de piezas que se sustituyen cada dos o tres días; y, finalmente, en la jornada de descanso, se reemplazan por seguridad algunos componentes del motor, la torre de navegación, etc., aunque se hallen en aparente perfecto estado». 

- El mochilero que tienes asignado dentro del equipo ¿vuelve a ser Michael Metge?

- «Sí, en efecto, desde hace dos temporadas cuento con él para esa labor. Trabajamos juntos durante todo el año –el propio “Mika” no duda en reconocer lo mucho que ha aprendido al lado de Joan- y ahora incluso él se ha venido a vivir también a Andorra, así que tenemos una buena conexión».

- El equipo se ha reforzado también con la incorporación del piloto italiano Fabio Mossini. ¿Pero qué función tiene «Moss»?

- «Es un asistente más. Se trata de una persona muy válida, de buen carácter, con mucha experiencia, muy trabajador, y dispuesto siempre a hacer de todo. Además, ha estado viviendo en Chile durante varios años, de modo que conoce bien Sudamérica. En definitiva, nos aporta muchas cosas positivas y estamos encantados de tenerle con nosotros».

- Has mencionado Chile, un país que el Dakar no pisa desde hace ya tres años. ¿Qué recuerdo guardas de las etapas que en su momento discurrieron por suelo chileno?

- «En Chile también te encuentras con un buen desierto. Conozco bien la zona de Iquique, Copiapó… y allí son etapas complicadas, con muchos peligros. Quizás se trata de un terreno más mixto, no tan duna pura como en Perú y con abundantes rieras, pero lo cierto es que el año que hicimos Chile y Perú, acabó siendo una carrera muy completa, muy pura, con verdadera esencia de Dakar».

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Reglamento ambiguo

- ¿Cambiarías algo del actual reglamento del Dakar?

- «Hombre, el reglamento es el que es y hay que aceptarlo, pero a mí me gustaría que resultase más preciso en algunos detalles. Me parece en general un poco ambiguo».

- El hecho de que Marc Coma forme ahora parte de la organización con un peso específico tan importante ¿os facilita un poco la vida?

- «Sí, a pesar de haber tenido en el pasado nuestros momentos de rivalidad, para nosotros es muy positivo que Marc ahora ocupe el cargo que ocupa dentro de la organización del Dakar. Hay muy buena comunicación con él y además no debemos olvidar que el Dakar es una carrera francesa, hecha por franceses, así que a todos los pilotos españoles nos viene fenomenal que Marc esté ahí».   

- ¿Cómo ha transcurrido tu rutina de actividad diaria en tus últimos días de convalecencia? 

- «En las últimas semanas he estado realizando sesiones dobles de entrenamiento físico y, como aún no podía subirme a la moto, he incrementado el trabajo con la bicicleta por las mañanas para por las tardes pasar a las tareas de gimnasio con el entrenador. Luego algunos días lo hemos combinado con series en las escaleras, esquí de montaña, que ya he empezado de nuevo con él, etcétera».

- Después de unos cuantos años, continúas teniendo como preparador físico a Jordi Zaragoza, quien además ahora ejerce la función de fisioterapeuta para todo el equipo…

- «Sí, trabajamos juntos desde hace mucho y él conoce muy bien el mundillo de la moto. En esta ocasión, al estar como quien dice recién salido de la lesión de la mano, será muy importante poder contar con su ayuda durante la prueba. También tengo a mi favor la experiencia de haber trabajado en el Centro de Alto Rendimiento de Barcelona y, más recientemente, junto con “Mika”, mi mochilero, en otro centro francés al que acuden muchos pilotos del país vecino y donde se trabaja la preparación sicológica, los reflejos, el equilibrio… Al final todo ese trabajo son cosas que suman y te ayudan a mejorar como deportista».

Señalar a este respecto que Jordi Zaragoza tiene ganado a pulso un reconocido prestigio dentro del ámbito de las dos ruedas, habiendo llevado hasta la fecha la preparación de no pocas figuras del «off road», entre ellos, el mismísimo Stefan Everts, diez veces Campeón del Mundo de Motocross.

- Dentro de la tarea global de acondicionamiento físico, ¿cómo trabajáis el desarrollo de la resistencia para un Dakar? 

- «Pues mucho en base a las pruebas de esfuerzo que se realizan y que son algo habitual entre quienes nos dedicamos a los raids. Pero una vez que tienes una buena base, a lo que damos prioridad es a la capacidad de recuperación tras el esfuerzo y esa cualidad la desarrollamos mediante un trabajo físico con intervalos y muchos picos de pulsaciones».

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La gasolina… del cuerpo

- ¿Qué importancia le concedes a aspectos como los de la adecuada hidratación y nutrición en carrera?

- «Con los años aprendes a vigilar cuestiones como éstas y a alimentarte como sabes que más te conviene. Así que siempre lo tengo organizado para cuando corresponda poder tomar mis batidos, las barritas energéticas que considero más adecuadas, los geles… Cuando empecé en los raids me despistaba mucho y no le prestaba importancia a detalles así, pero ahora sí cuido muy mucho lo que como y lo que bebo, sobre todo, a partir de la segunda semana de carrera, porque, si lo haces, aprecias de verdad una diferencia. El estar a gusto en este sentido y darle al cuerpo la gasolina que toca es fundamental.

- ¿Cuánto peso llegas a perder en un Dakar?

- «Al principio, perdía mucho. Unos cuatro o cinco kilos, que en una persona delgada como yo es una barbaridad. Pero ahora la pérdida de peso no resulta tan extrema y se cifra en unos tres kilos solo».

- De toda tu experiencia en el Dakar, ¿qué mejores recuerdos guardas? 

- «Hombre, estos últimos años para mí han sido muy buenos. La sensación de volver a casa y sentirte a gusto contigo mismo porque has ganado etapas, has tenido el mejor ritmo de carrera, has hecho bien tu trabajo después de toda una temporada de preparación, es muy reconfortante… aunque no te hayas traído el trofeo de ganador debajo del brazo. El año pasado, especialmente, cuando pude marcar diferencias notables en algunas etapas, me sentí muy bien en mi interior: no es algo que salga porque sí, sino porque detrás hay un montón de trabajo, y a la vez, es un sueño que se ha hecho realidad».

- Ya para terminar: ¿te seduciría la idea de correr en coche más adelante?

- «Sí, sí. De hecho, no creo que siga corriendo en moto durante más de dos o tres años. No soy de esos pilotos que quieren estar corriendo en dos ruedas hasta los cuarenta, cuarenta y tantos años. Vamos a ver si conseguimos primero al menos una victoria en moto, algo que sin duda constituiría un buen premio a la labor de todos estos años y a la vez nos ayudaría a tener mayores posibilidades de correr en coche».

Decida lo que decida con respecto a su futuro, nuestro protagonista se enfrentará a él sabedor de que el éxito en el Dakar no esconde otro secreto que el del trabajo. Trabajo en el circuito, trabajo de equipo, trabajo físico, trabajo mental… y, aunque por humildad Joan no lo menciona, también una pizca de talento, algo que desde luego a él no le falta…   

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