Motos offroad con historia: Montesa Cappra

Motos offroad con historia: Montesa Cappra

Montesa dio un vuelco a la fabricación de sus motos de motocross con la aparición de la Cappra 250 GP. Fue la sucesora de la exitosa Impala Cross, y sería la primera de una enorme saga de grandes máquinas de cross.

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Autor:
Juan Solo
Foto:
Montesa
Publicado el 19/02/2023
Motos offroad con historia: Montesa Cappra

Montesa tuvo una enorme saga de motos de motocross, que comenzaron en 1967 con la Cappra 250 GP. Supuso un enorme paso adelante con respecto a la anterior gama, las Impala Cross, y daría como resultado un buen número de versiones, cilindradas y variantes que llegaron hasta 1982, cuando la marca pasó a manos de Honda y solo se quedaron con las trialeras Cota.

La salida de Paco Bultó de Montesa en 1958 haría que Pere Permanyer mantuviese con mano firme su gama de motos off road. Las competiciones de motos fuera de carretera estaban en alza, también las exportaciones de estas motos a mercados como el norteamericano y, además, era una buena estrategia de fidelización de cara a sus clientes.

Pere Pi fue el gran mago de las motos de off road de Montesa y además era un buen piloto de motocross. La Cappra vino a plantar cara a las Bultaco Pursang, que también se presentaron en 1967. La primera de las Montesa Cappra confiaría su mecánica a un motor monocilíndrico de dos tiempos de 247 cc, con un carburador de 32 mm y una potencia máxima de 30 CV a 6500 vueltas.

A pesar de los fuertes competidores extranjeros, como CZ, Java, Husqvarna, Puch, KTM, y los rivales patrios, como Bultaco, la saga de las Montesa Cappra supuso unos grandes éxitos de ventas para Montesa, tanto en las ventas nacionales como en las exportaciones.

Motos offroad con historia: Montesa Cappra

El nombre de Cappra provenía de la denominación de una Brio “preparada” de los años 50. La primera fue una réplica casi exacta de la moto con la que Pedro Pi conquistó el Campeonato de España de 1966, por lo que bien se puede decir que era una moto que nacía campeona.

A pesar de ello, la primera Montesa Cappra heredaba algunas soluciones de las antiguas motos de cross de Montesa, y se puede decir que no se había invertido demasiado tiempo en su realización, por ejemplo el encendido con platinos o la caja de cambios de cuatro marchas.

Junto con la Cappra 250 GP también se fabricó un modelo superior, la 360 GP y fueron varios importadores de la marca española los que habían alcanzado éxitos deportivos en países como Alemania, Bélgica, Italia, Francia, Suiza, Escocia, Finlandia o Chile. La 360 se fabricó con las miras puestas en el mercado norteamericano con una rueda delantera diferente.

A las Cappra 250 GP le sucedieron las 250 MX de 1971 y las 250 VR de 1972. Se fueron modificando muchos aspectos como la caja de cambios de cinco relaciones, bastidor con tubos de acero al cromomolibdeno, cilindros de tres transfers, encendido electrónico, nuevos apoyos de cigüeñal o mejoras en frenos. También en el plano deportivo Montesa fue más ambiciosa, preparando un equipo para el Mundial de Motocross en 1972 con Kalevi Vehkonen que quedará cuarto y será la mejor marca europea.

En 1973 Montesa sacó una Cappra completamente nueva, la 250 VR (Vehkonen Réplica) con la que comenzará a evolucionar el modelo de una forma muy rápida, con unidades más ligeras y retoques en motor y suspensiones que la hacen más competitiva y con la que conseguirá unas buenas cifras de ventas.

Casi se puede decir que desde 1974 Montesa mantiene el ritmo de presentar una nueva Cappra cada año con cilindradas de 125, 250 y 360 cc… y una 414 que se lanzaría al  mercado cuando se retomó en el Campeonato de España de Motocross la categoría de 500.

En 1981 Montesa conquista los campeonatos nacionales de 250 y 500 y el desarrollo de los motores llega hasta la incorporación de la refrigeración líquida y suspensiones con cantilever, que nunca saldrán a la luz y se quedarán solo en prototipos. La competencia entre las marcas ya es formidable y Montesa no puede mantener el ritmo por la crisis económica que atraviesa. El mercado se lo ha llevado los competidores japoneses y las Montesa Cappra VG serán las últimas máquinas de cross que verán la luz en la fábrica de Esplugues de Llobregat.

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