Oriol Mena

Oriol Mena: “Ahora apuesto por los raids”

Oriol Mena emprende un nuevo rumbo en raids. El piloto de Canyamars anuncia su fichaje por el Hero Motorsports con el que centrará sus esfuerzos para debutar en el Dakar. Mena deja atrás el enduro y abre la puerta a un ilusionador futuro en el mundo de los rallies.

Facebook
Twitter
Whatsapp
Autor:
Nicky Martínez
Foto:
Nicky Martínez
Publicado el 24/10/2017
Oriol Mena

Tu fichaje por Hero Motorsports ha resultado una grata sorpresa, ¿cuándo empezaron los contactos?

“Tenía que participar en el Rally de Merzouga con el equipo Honda, junto a Kevin Benavides. Estaba todo atado con Martino Bianchi, en aquel entonces responsable del equipo de rally de Honda HRC. Estaban interesados en mí, pero cuando llegaron voces de ello a uno de sus pilotos, no le agradó mucho y, en unos días, todo cambio por completo. Finalmente Martino dejó de ser el responsable deportivo. El equipo acusó los problemas que tuvo en el Dakar y yo me quedé fuera”.

¿Y a partir de entonces?

“Ya había pagado la preinscripción al Merzouga y le expliqué a ASO lo que me había sucedido. Fueron claros. Me dijeron que había unos términos y condiciones que se aceptan con la inscripción, y que de no ser por una causa mayor por tu parte o de un familiar directo, ellos no están obligados a reembolsarte la inscripción. Eran 3.300 euros que a mí no había regalado nadie. Así que sabía, que si no quería perderlos, tenía que ir por mi cuenta. Pero no tenía manera de hacerlo”.

Oriol Mena

En ese momento, apareció la figura Martí Escofet, lo más parecido a un ‘ángel de la guarda’ cuando las cosas verdaderamente no pintaban demasiado bien para ti.

“Sí, hace un año y medio que lo conocí y se ha convertido en una persona muy importante en mi carrera deportiva. Él es el propietario de la empresa Gervall. Se lo comenté y me dijo que el enduro ya tenía fecha de caducidad para mí, y que tenía que apostar por esta nueva oportunidad en los rallies. Por mí mismo no podía ir, así que me dijo: ‘Tranquilo, Gervall te llevará’. La verdad es que, a partir de entonces, todo fue un poco precipitado. Preparamos una moto de enduro del año anterior, que había corrido la Baja y que era propiedad de Xavi Arenas, de Honda Impala. La compré para matricularla con placa de aquí, porque era italiana, y la adaptamos con depósito más grande, tubos de escape... Lo típico. Trabajamos contrarreloj con mi actual mecánico, Rubén Reina. El resultado fue excelente a pesar de las prisas. Fuimos al Merzouga con Joan Manel Pedregà, en su camión de asistencia. Lo aprecio muchísmo, tanto a él como a su equipo, jamás olvidaré todo lo que me han ayudado y enseñado. Es un tipo que se hace querer y con el que además te lo pasas genial”.

Y llegó la hora de verdad, el banderazo de salida del Merzouga.

“Llegué a Marruecos sin tener ni idea de lo que era un GPS y sin haber pintado jamás un roadbook. No sabía absolutamente nada. Fuimos a la aventura. Dos días antes, un chico que se llama Guillermo, del equipo de Pedregà, nos dejó un roadbook. Cuando llevaba 30 kilómetros de prueba, ¡lo quise mandar todo al garete! Salí a hacer la carrera y en el ‘free practise’, malentendí por su nombre que no puntuaba y me salté el primer ‘waypoint’. ¡El único de todo el rally’. Pero la realidad fue que el tiempo no contaba, pero si las penalizaciones que lo hacían la mitad. La falta de un ‘waypoint’ eran 30 minutos, así que fueron 15 minutos que a la postre impidieron que lograse la victoria en la categoría ‘rookies’, lo que hubiera significado mi inscripción gratuita en la próxima edición del Dakar. Al final acabé segundo, a 12 minutos de Maciej Giemza, que fue quien acabó ganando”.

Oriol Mena

¡Vaya un bautismo y vaya ‘jarro de arena’!

“Sí, no quiero darle demasiadas vueltas más. Fui día a día. Etapa por etapa. El primer día de etapa maratón, no encontraba un ‘waypoint’ y me perdí, como muchos otros. Llegué al campamento sin haberme preparado nada, ni ropa para cambiarme, ni mudas, ni saco de dormir... Nada, ¡qué sabía yo!. Iba justo con el cepillo de dientes y porque todavía me dejaron la pasta, sino, ni eso (risas). Llegó la etapa maratón y, al día siguiente, gané la etapa, la quinta. Acabé el 12 en la general, como segundo mejor ‘rookie’. Y al terminar, Hero, mi actual equipo, mostró su interés por mí. Nos conocíamos desde hace tiempo, cuando se hiceron cargo del equipo BMW. En el 2008 ya entablamos conversaciones para correr con ellos, pero al finalno pudo ser. Me felicitaron y me preguntaron qué estaba haciendo en el mundo de los rallies. Nos pusimos al día, me dieron una tarjeta de contacto y me dijeron que ese miso lunes, cuando llegara a casa, los llamara”.

¿Tan simple?

“Sí, les llamé el lunes y el jueves ya estaba en Alemania, donde pusieron sobre la mesa su oferta. ¡Fue algo increíble!”.

Oriol Mena

No fue la única buena noticia del Merzouga, tu buen resultado también te brindó la oportunidad de tomar parte en la Sardegna Rally Race, por casualidad y causalidad a la vez.

“Allí también conocí a Carlo Seminara, un auténtico fanático de los raids que lleva más de treinta años compitiendo y es el propietario de Partauto Italia. Me dijo que tenía que ir a Cerdeña aunque era imposible para mí. Había puesto mucho de mi parte para estar en el Merzouga y el resto lo había completado Gervall. A mi pesar, le dije que no podía ir, y el me contestó: ‘No te estoy preguntando si puedes o no puedes, te digo que vendrás conmigo a Cerdeña’. Me preguntó qué talla de ropa hacía. Me prepararon dos equpaciones y fuí de nuevo con Pedregà como asistencia a Cerdeña, vistendo los colores de Partauto.it. Allí, un día perdí ocho minutos tras caer mi moto por un terraplén, en una curva. No podía sacarla y gracias a Allessandro Botturi, que me ayudó, pude reemprender la marcha. Tuvo un gesto muy deportivo que agradezco muchísimo. Al final ganó él. Yo acabé segundo, a cinco minutos. No sabré nunca si hubiera podido ganar si no me hubiera caído, pero lo cierto es que, a partir de allí, empecé a recibir llamadas. De Yamaha, de Sherco y de otros equipos del mundial, pero ya conocía a Hero y me gustaba su mentalidad alemana, muy metódica en el trabajo. Tenía muy claro que quería empezar esta nueva etapa en los rally raids con ellos. Prácticamente ya lo tenía decidido del todo antes de ir a Cerdeña, pero allí fue la confirmación”.

¿Significa eso que se cierra la puerta del enduro para ti y se abre otra, de par en par, en el mundo de los raids?

“Sí, está claro. Este pasado invierno ha habido problemas de salud en casa y tenía muy claro que mi prioridad era estar con ellos, ayudando a mi familia. No pude preparar el nacional. Antes ya había decidido no hacer el mundial. Honda Impala, a quienes les estoy muy agradecido, montó un equipo en el que contó conmigo desde el principio. Me han ayudado muchísmo y se lo agradezco de todo corazón”.

Oriol Mena

Una situación bastante complicada como para empezar con buen pie tu última temporada en el Campeonato de España de Enduro.

“Llegué al Enduro del Segre sin apenas haberme subido a la moto. Indeciso. Sin saber cómo iría. Una semana antes, en la Clua, en una endurada, los tiempos no me salieron para nada como esperaba y pensé que en la primera del nacional me iban a meter un repaso. Pero para mi sorpresa, me encontré luchando por la Scratch el primer día, hasta a falta dos especiales del final, y también el segundo. Eso hizo darme cuenta de que no estaba tan mal. Los problemas de salud de mi padre, poco a poco, fueron mejorando y entonces pude dedicar más de tiempo a volver a entrenar, aunque también me di cuenta de que el enduro ya no tenía demasiado sentido para mi tal y como se encuentra actualmente esta especialidad que tanto aprecio. Sin embargo, me comprometí con Honda para hacer el nacional y pienso cumplir, correré en Requena y en Santiago, las dos últimas pruebas que quedan”.

Oriol Mena

Es evidente que el enduro actualmente no está pasando por sus mejores momentos, a veces duele un poco ver su decadencia.

“Vas a ver una carrera del mundial y no hay nadie siguiéndola. No hay apenas inscritos, y ya no hablo del nacional porque aún me da más lástima. Las marcas no apuestan ni ayudan a los pilotos, y si lo hacen, sólo lo hacen con los dos ‘top’, uno en cada categoría. Y como soy consciente de que no soy uno de ellos, seguir en el mundial resulta imposible. Y en el campeonato de España es más de lo mismo. Año tras año luchas. Entrenas. Tratas de hacerlo lo mejor posible. Pero tienes ciertas etiquetas que te han ido colgando a lo largo de tu carrera deportiva que ya no te las puedes quitar de encima. Moralmente pesan. Duelen. Te bajan la autoestima y cada día cuesta más encontrar la motivación necesaria para ir a las carreras. Hay momentos en los que estás caminando una especial y te sientes como el forastero que entra en un bar de las películas del oeste, con los de dentro con la mano en la pistola para ver qué quieres o qué haces”.

¿?

“Todo esto se debe a ciertos conflictos que he tenido a lo largo de mi carrera deportiva, los cuales es cierto que quizás me podría haber ahorrado si fuera de otra manera, pero qué se le va a hacer... ¡soy así!. Las cosas han salido de esta manera y no me arrepiento”.

¿Pareces astiado con eso?

“El hecho de no morderme la lengua y de cosas que quizás haya hecho, probablemente me han llevado a tener que aguantar ciertas etiquetas. Pero por otro lado, tambien pienso que si me llevara bien con todo el mundo, con el seleccionador, con la federación y con KTM... en definitiva, ¿qué cambiaría en mi vida?. Nada en absoluto. Independientemente de todo esto, yo de lo que hablo es de lo que hay que hacer para sobrevivir en esta especilaidad. Si te detienes a pensar cómo está el panorama del enduro hoy en día, ves que incluso el número uno a nivel nacional tiene que apretarse el cinturón para llegar a final de mes. Y eso da mucho que pensar. Y entonces, ¿qué haces tú?, ¿trabajas como un loco de lunes a viernes y luego compites los fines de semana, dándolo todo, para que llegue una fábrica y te diga que no te pueden pagar tanto porque no se venden motos? Cuando la verdad es que sí que se venden, aunque sea a dos reales... Me sabe mal, pero yo así no trabajo. En realidad son un montón de cosas que han ido sumándose hasta colmar el vaso. Pero lo que de verdad me hizo abrir los ojos fue la situación en mi casa, de tener a mi padre enfermo sin poder hacer nada. Eso sí que es realmente jodido. Lo demás no son problemas. Me di cuenta de que había llegado el momento de hacer el cambio”.

Oriol Mena

Abrir una página en blanco de un nuevo libro aún por escribir en los raids.

“Sí, exacto. Aunque tocando de pies en el suelo. Siendo consciente de que se corre mucho y de que se trata de una especialidad más peligrosa. Pero arropado por gente nueva, que no hablan mi mismo idioma, pero que por el contrario sí comparten mi misma mentalidad. Muy semblante. Fría. Seria. Calculadora. Y con los que me entiendo a la perfección y que espero que dure muchos años”.

Háblanos del equipo, de la moto y de todas estas novedades con las que te encontrarás a partir de ahora.

“La Hero es una moto con la que Speedbrain ya hace seis años que compite. Va muy bien. Es una moto que, a diferencia de las actuales, lleva la gasolina más distribuida en la parte trasera. Eso significa que cuando llegas a terrenos rots y con saltos, los impactos son más secos, ya que la moto acusa más fatiga en la parte trasera y tiende a salir de boca. Por eso hay que ser consciente de ello y anticiparte para eso que no ocurra. En cuanto al motor, es un 450 muy potente y muy progresivo, va francamente bien. Las suspensiones son unas WP de 52 mm delante y Trax en la parte trasera. También frena muy bien. Lo cierto es que es una moto muy completa, pero tampoco puedo hacer demasidas comparaciones porque no he pilotado otras. Aunque a mí, me parece una moto ganadora”.

Y en cuanto al equipo, la demostrada experiencia de Speedbrain en el mundo del enduro y los raids debe darte confianza...

“Sí, todo el equipo y Wolfgang Fischer, su máximo responsable, cuentan con muchísima experiencia en el mundo de la competición. Ahora están centrados al 100% en los rallies, pero seis años atrás lo estuvieron en el mundial de enduro con BMW y Husqvarna. Contaron con los mejores pilotos del momento: Salminen, Tarkkala, Knight... Sumaron un subcampeonato del mundo de enduro en su debut. Acabaron desarrollaron una moto en la que pocos creían, pero que dio buenos muy buenos resultados. Tienen mentalidad alemana. Cuando es momento de risas, se ríe. Y cuando es momento de trabajar, se trabaja y se trabaja bien. Me agrada que cuando dicen blanco, es blanco. Y cuando dicen negro, es negro. No dudé ni un instante en fichar por ellos”.

¿Qué ambiente se respira?

“Es increíble. Hay un clima familiar. Hace dos semanas estuve en Portugal, entrenando con Joaquim Rodrigues, uno de mis dos nuevos compañeros –N. de R. junto a C.S. Santosh-. Apenas lo conocía, sólo de habernos saludado en el Merzouga y en alguna prueba del mundial de enduro en la que habíamos coincidido anterioremente, pero me abrió las puertas de su casa, y junto a Felipe Barbosa, su mecánico, me trataron de maravilla. Es un equipo muy familiar como he dicho, en el que me siento muy arropado y que incluso ha permitido que contara con mi mecánico de confianza. Sin imposición alguna, lo cual dice mucho a favor de todos ellos. Quieren que te sientas como en casa. Son pocos pero muy eficaces. Tengo muchas ganas de empezar ya”.

Oriol Mena

Cómo ha sido tu aclimatación a los raids y sobre todo a la navegación, uno de los principales escollos para los que llegan del enduro.

“Creo que ahora se vuelve a navegar, aunque poco debe tener a ver con lo hacían antes en Marruecos o Mauritana, con especiales de 400 y 500 kilómetros y ‘caps’ de 40 kilómetros sin más anotaciones que esa en el roadbook. Ahora en Suramérica las cosas han cambiado. Allí son pistas rápidas, para estilos de conducción tipo motocross, más agresivos. De hecho los pilotos punteros actualmente vienen casi todos de esta especialidad o del enduro, y son francamente muy rápidos. Hoy en día apenas se navega, simplemente se va rápido. Aunque parece que con Marc Coma y los nuevos ‘waypoints mesquer’, quieren que se vuelva a navegar y, a su vez, se reduzca un poco la velocidad. Y también el riesgo. A pesar de ello, se sigue corriendo mucho”.

En esta ecuación donde entran en juego la navegación y la velocidad, ¿la preparación mental también es un punto a tener en cuenta?

“Sí, por supuesto. Trabajo mucho con Pep Font, psicólogo del CAR de Sant Cugat, quien me ha ayudado muchísimo a llegar hasta aquí... ¡y lo que queda!. Tengo una libreta conde apunto cosas. Estoy en contacto casi a diario con él. Siempre me intenta ayudar y orientar hacía donde tengo que encaminarme. Me esta sirviendo de mucha ayuda. Esto es muy distinto al enduro. Allí sólo tienes que ir a fondo siete u ocho minutos, en una crono que ya has caminado antes, y donde sabes que tienes que estar atento a tal salto o tal piedra, a un bache aquí o una raiz en aquella curva. Por el contrario, en los rallies son etapas de cuatrocientos o más kilómetros en las que sales a ciegas y tienes que confiar en lo que te dice un trozo de papel que has pintado con alertas un día antes y en las que, si arriesgas más de la cuenta, se te puede aparecer la virgen más de cien veces en cada etapa. Por suerte para mí, aún no se me ha aparecido. Tampoco busco que lo haga. Intento dosificar un poco, no voy al 100%. Aún necesito ganar mucha experiencia y muchos reflejos antes de ir más rápido. Debo confiar en mi mismo cuando tomo la decisión de coger una dirección o de apretar un poco más. Mi planteamiento es ganar experiencia”.

Aprovechando que hablamos en clave futura, ¿cuáles son tus objetivos para el próximo Dakar?

“De entrada quiero agradecer a mi equipo y patrocinadores todo el apoyo y esfuerzo que han hecho posible que pudiera estar aquí. Por eso creo que la mejor manera de agradecérselo y recompesárselo será llegar al podio de Argentina. Eso significa tratar de hacer las cosas bien. No perderse. Y en caso de que lo haga, no cometer grandes errores que signifiquen dos, tres o cuatro horas. Eso sería un error grave. Ir día a día. Pensar etapa a etapa habiendo estudiado bien el día antes, junto a mis compañeros de equipo, con qué nos podemos encontrar. Seguro que me ayudarán mucho en este sentido. Y escuchar sus consejos”.

Oriol Mena

Parece sensato lo más sensato para ser el primer año: acabar y aprender sin mirar la clasificación en la tabla.

“No quiero pensar en posiciones concretas, lo que tenga que ser, finalmente será. Es así de simple. Quiero ir jornada tras jornada. Sé que estar delante es imposible y que cuando ellos fallan, fallan grande. Con problemas mecánicos de difícil solución o descartes por caída. Así que me gustaría que una de estas autoeliminaciones por arriesgar demasiado no sea mía y poder llegar hasta el final”.

Por último, cumplidos ya los treinta, ¿te planteas el mundo de los raids como un proyecto a largo a plazo?

“Con este equipo es un proyecto a dos años. Aunque primero vamos al Dakar y luego, si nos convence ambas partes, seguiremos. No depende del sueldo, ni de la moto, ni de nada en concreto, más bien de mi sensación personal al acabar. De si me gusta. Y obviamente, me gusta ganar dinero como a todo el mundo. Llegar a final de mes y tener la nevera de casa llena, pero a veces merece la pena ganar menos y llegar al viernes pudiendo disfrutar de la vida sin preocupaciones ni riesgos. Así que ahora mismo, si me lo preguntas, te diría que sí, que la cosa va para largo, pero después del Dakar ya se verá. Speedbrain y Hero no me han exigido en ningún momento un resultado, solo me han pedido que nuestras tres motos lleguen a la meta de Argentina. Por lo tanto, eso es lo que haremos. Hay un contrato de dos años, pero si en algún momento se tuviera que romper, no habría impedimento por ninguna de las dos partes, sería amistoso. Se trata de un contrato de dos años con opción a convertirse en tres”.

Relacionados