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Kawasaki Z900RS

Prueba Kawasaki Z900RS - El Legado de las Z

Kawasaki recupera su Tizona, recupera su tradición y recupera el mito Z aunque lo pone al día con componentes y electrónica actuales bautizándolo como Z900RS.

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Álvaro Guardia
Javier Martínez
19/07/2018
Kawasaki Z900RS
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Álvaro Guardia
Javier Martínez

19/07/2018


ASPECTOS POSITIVOS

Diseño
Tacto motor
Manejabilidad

ASPECTOS NEGATIVOS

Geometría
Cambio
Capacidad depósito gasolina

La Kawasaki Z900RS es una moto que llevábamos esperando mucho tiempo sin saberlo. El pilar primigenio de los motores de 4 cilindros en línea transversal de la marca de Akashi que, en su día, conformaron una serie de motos llamada “Z”, conocidas por su potencia y su presencia en el asfalto. El tiempo y las modas pasajeras fueron el problema y ahora, paradójicamente, solución de la existencia de esta moto.

El mundo de la moto es sin duda pasional, y como tal se mueve por impulsos, arranques, deseos… esa es la base principal de este sector y todo sea dicho, desde hace unos años el origen del explosivo “boom” de motos “café racer” y de motos neo-clásicas. Esta moda es la responsable principal, desde la sombra, de la nueva Kawasaki Z900RS. Una moto que nos gusta a todos, que no disgusta a nadie, que revive los romances de adolescente a todos aquellos que nacieron en los 60 y 70, y que enamora por primera vez a muchos “millenials” abrumados de tanto semimanillar y estribera retrasada. ¿Lo mejor? mantiene el respeto de la generación polvorilla y “café killer” de los 90 y 2000, que solo sabíamos ver carenados y motores de carrera corta.

Orígenes de las Kawasaki Z

Las Kawasaki Z eran una serie de motos de carretera que nacieron a final de los 60 y durante la década de los 70 y que montaban unos motores portentosos en todo su régimen para lo que había en la época. Estos motores se basaban siempre en un mismo cuadrante mecánico: 4 cilindros en línea transversales, carrera larga, gran cilindrada y refrigeración por aire. Eran devoradores de millas, dominadores de asfaltos, esclavos de lubricantes y presos de gasolineras. Eran los motores Z de Kawasaki, y llegaron para frenar las Honda Four de antaño.

Tal fue así el ímpetu de Kawasaki que llegó a desarrollar un mismo motor pero con diferentes cubicajes: había Z600, Z650, Z750, Z900, Z1000, Z1100, Z1r, y todos se instalaban bajo unos chasis de hierro y de espina central, pesados, inconsistentes y arcaicos.

Los años 80 mataron a la generación Z de Kawasaki, que sobrevivió con mucho orgullo con su Z1000J réplicas Eddie Lawson y con sus cilindradas intermedias, pero sin el mismo “punch”, hasta que finalmente los 90 fueron el némesis de esta raza tan pura.

Resurgir de la Kawasaki Z

En los años 2000 hubo un pseudo-resurgir con las “maxi naked” y Kawa pudo sacar pecho con su espectacular ZRX 1200 -de la que servidor vive enamorado- pero aquello ya no era una “Z”, era una comercialización hormonada de lo que en su día fue una Z de motor desproporcionado. Mientras, Kawasaki se adaptó y lanzó las conocidas Z750 y Z800, incluso más tarde la Z900, pero que aunque conserva esa nomenclatura se trata de otra moto totalmente diferente. Las Z750/Z800/Z900/Z1000 del S.XXI son la evolución correcta pero únicamente en un concepto técnico y dinámico. La esencia la perdió allá por algún año del último cuarto de S.XX. Hablamos de la estética clásica, del motor claramente por encima del ciclo, hablamos de una prioridad a la calidad frente al abaratamiento de costes, de metales pulidos en vez de plásticos. Todo aquello era lo que definía el auténtico concepto “Z” de Kawasaki. Hoy en día una Z800 quizá no es tan efectiva como una Ninja, pero es una moto con un chasis y un ciclo muy superior al motor que lleva y sobre todo, es una moto con una proyección muy deportiva.

2018 es el año donde Kawasaki decide sacar una versión auténtica de lo que era una Z en sus orígenes: una moto de diseño clásico, con su tanque de gasolina metálico redondeado como una gota de agua, su asiento mullido y su colín interminable, capaz de albergar un pasajero y una buena mochila agarrada con un pulpo. Una moto con presencia, con un motor impresionante, pero no de carreras, una moto con su óptica delantera totalmente circular y clásica, con su carcasa exterior cromada, su manillar doblado, sus retrovisores elevados, y su característica anchura y cotas prominentes.

¡Kawasaki ha recuperado su Z de antaño!

No nos confundamos: la Z900RS está diseñada, fabricada y comercializada en 2018. Esto quiere decir que tiene un chasis con unas capacidades dinámicas actuales, un equipamiento de hoy en día, un paquete electrónico que incorpora un sencillo control de tracción y un sistema de frenado ABS y sobre todo unas homologaciones como la ya conocida Euro4 que afectan directamente a cuestiones improfanables para los más puristas como es el sonido del escape.

Así es la Kawasaki Z900RS

La Kawasaki Z900RS incorpora el motor de la Z900 “normal” pero con otra gestión electrónica del encendido, protagonizando más los bajos y los medios a costa de desinflar un poco la parte alta del tacómetro.

  • Motor tetracilíndrico de la Z900 de 948cc y 111cv.
  • Control de tracción Kawasaki KTRC (desconectable y ajustable) y ABS.
  • Doble freno de disco de 300mm con pinza de anclaje radial y bomba radial.
  • Llantas de radios.
  • Horquilla delantera invertida de 120mm de recorrido.
  • Instrumentación clásica: velocímetro y tacómetro analógico, y pantalla central digital.
  • Embrague anti-rebote.
  • Doble mariposa de admisión.
  • Chasis de la Z900 “normal”.
  • Óptica delantera circular pero con tecnología LED.

Así va la Kawasaki Z900RS

Sin duda el comportamiento dinámico de la Kawasaki Z900RS sorprende de entrada. La primera imagen que idealizas es la de moto clásica debido su estética, comportamiento laxo, inercial, portentoso... como resultaban las motos de antaño. Pero todo cambia nada más subirnos a ella y ver que es muy muy alta, mucho más de lo que esperas para una moto naked y muchísimo más de lo que esperas para una moto de líneas clásicas. Es como si una moto convencional fuese un rectángulo mirándola de perfil, esta nos resultaría más similar a un cuadrado, geométricamente hablando. Es más corta y más alta de lo que esperas pero es simplemente una sensación porque una vez empezamos a conducir con ella no se puede decir que sea pesada, lenta, ineficaz o difícil.

Nada más lejos; la moto resulta todo lo contrario… dinámicamente es muy moderna y de unas cotas deportivas a las que han implementado un tren delantero más largo para variar el reparto de pesos y hacerla más neutra.

El motor es empuje y potencia por doquier; un tetracilíndrico que sale disparado desde las 2.000rpm de modo apabullante y con unos medios muy contundentes. Los altos están ahí... y poco más porque se les nota algo capados… aunque nada que con un simple escape no se pueda recuperar.

En curvas el comportamiento es excepcional. Se maneja como una moto bastante más ligera de lo que es y de lo que parece. La Kawa tiene mucho más impacto visual que lastre real. La entrada a curva es muy redondeada y progresiva pero sin ofrecer nada de resistencia: insinúas y la moto empieza a virar ella sola.

En el paso por curva, igual; podríamos estar hablando en términos de una naked muy deportiva, permitiendo inclinadas bastante fuertes y mostrando un buen aplomo. Destaca sobre todo su gran capacidad de absorber y copiar el firme aunque vayamos muy inclinados. Por lo que respecta a la frenada, si bien no es mala, no se sitúa a la misma altura del resto. El primer tacto es directo y el mordiente fuerte pero si le exiges más la moto tiende a hundirse más de lo deseado.

En el aspecto electrónico, todo hay que decirlo, el control de tracción dispone de dos niveles bien ajustados; uno más permisivo y otro más intrusivo. Ambos actúan bastante rápido pero el nivel 1 te permite más alegrías con el tren delantero. Por otro lado el ABS no resulta muy molesto y sólo salta en las situaciones donde verdaderamente sea necesario.

Conclusión

Quiero concluir con una perspectiva más personal en la que, incluso, me permitiré dejar de lado la obligada objetividad.

Sin duda la Z900 es todo un acierto por parte de Kawasaki… aunque hasta cierto punto. Entiendo perfectamente las premisas por las que funcionamos hoy en día y que son, esencialmente, el abaratamiento de costes. Pero el no realizar desde cero un chasis único para este modelo tan emblemático, lo considero un error de concepto. La moto se comporta, se conduce y se maneja de maravilla. Incluso demasiado bien diría yo. Pero son las sensaciones puristas las primeras víctimas de este perfeccionismo que ofrece el emplear el mismo chasis que la Z900 “normal”, que es un chasis mucho más deportivo y de cotas mucho más actuales; posición de conducción muy elevada, distancia de bastidor estrecha y muy poco ángulo de lanzada...

Kawasaki ha querido meter la estética clásica sobre un chasis moderno y el resultado es… raro. La moto, dinámicamente hablando, se parece más a una trail que a una roadster de final de S.XX. El chasis de la Z900 “normal” es demasiado alto y corto para una moto de este corte. La suspensión delantera es extremadamente larga y grande para mantener la línea y aunque, repito, se comporta excepcionalmente bien, las sensaciones me resultan contrapuestas.

Básicamente es un rediseño clásico sobre una Z900 actual aunque con todos los detalles necesarios y la estética y presencia de las míticas Z originales.

Precio: 12.999 €

La moto al detalle...

kawasaki z900rs motor
Motor

Motor de la Z900, con un ajuste diferente en el cruce de válvulas para obtener mayor suavidad y par a bajo régimen, manteniendo los medios y los altos, de este tetracilíndrico de carrera larga.

kawasaki z900rs suspensiones
Suspensiones

Horquilla delantera invertida de 41 mm y 120mm de recorrido, ajustable en compresión, extensión y precarga.

kawasaki z900rs frenos
Frenos

Doble disco semi-flotante de 300 mm. Doble pinza monobloc de montaje radial y de 4 pistones opuestos

kawasaki z900rs faro
Óptica delantera

Óptica delantera de diseño clásico bajo carcasa convencional pero con tecnología LED, capaz de iluminar mucho más que un faro halógeno normal.

kawasaki z900rs cuadro
Instrumentación

Cuadro de mandos con velocímetro y tacómetro analógico, y con una pantalla LED central con información de ordenador a bordo, consumos y marcha engranada, además de temperatura motor y cantidad de combustible.

kawasaki z900rs piñas
Piñas

Piñas bajo el modelo clásico de Kawasaki, sin diales innecesarios y con un dial de control para el control de tracción con selectores hacia arriba y hacia abajo.

kawasaki z900rs depósito
Depósito

Una de las claves del diseño de esta neo retro naked, mantener la esencia en el depósito, elemento principal de toda moto de carretera, con una capacidad para 17 litros, y la misma decoración que la Z900 de hace 30 años.

kawasaki z900rs asiento
Asiento

Grande, acolchado, con ligera variante de altura de copiloto a piloto, y con acabado de cuero clásico, el asiento se mantiene bajo unas líneas muy similares a las Kawasaki Z900 y Z1000 de final de los 70, permitiendo a su vez una capacidad de carga superior a cualquier moto naked actual.

Galería de fotos

Kawasaki Z900 RS
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