Prueba KYMCO AK 550 Premium 2024: más refinado y mejor equipado

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KYMCO AK 550 Premium 2024

Como decíamos, el KYMCO AK550 llegó como rival del Yamaha TMAX en 2017 jugando con sus mismas armas, es decir un motor bicilíndrico (desarrollado por la propia KYMCO y más potente) con transmisión integrada (en un interesante y original concepto de motor+cárter transmisión compactos) y parte ciclo “de moto”: chasis doble viga de aluminio, suspensión delantera con rígida horquilla invertida y doble tija, y suspensión trasera independiente de la propulsión, con correa dentada.

La versión actual del motor declara algo menos de potencia que el anterior (50,3 frente a 53,4 CV), y dispone de dos modos de conducción (normal o “full” y “rain”) además de un control de tracción (desconectable). No hay cambios mecánicos a la vista, porque el peso se mantiene: 238 kg con los 14,5 litros del depósito de gasolina lleno (son unos 15 kg más que un TMAX actual si quieres la referencia). El amortiguador trasero (montado en un lateral e inclinado) no permite ajustar la precarga de su muelle y la horquilla tampoco es ajustable (normal). Los frenos montan dos discos de 270 mm delante (con pinzas radiales Brembo) y uno trasero de 260 mm (con bloqueo en la piña izquierda), con un ABS "inteligente" que detecta cuando el scooter está en curva y actúa de otro modo. Las ruedas son la medida estándar de estos scooter: 15 pulgadas en ambos ejes con 120/70 delante y 160/60 detrás (Dunlop Sportmax GPR-100 en origen), con control de la presión en el cuadro.

El KYMCO AK 550 Premium 2024 incluye muchos elementos de equipamiento y diríamos que un acabado un punto superior al conocido. La pantalla parabrisas se regula eléctricamente en marcha, lleva puños calentables de serie (de potente calefacción) así como control de crucero (extrañamente limitado a un uso entre 40 y 130 km/h). Las luces son full LED y el cuadro de instrumentos sigue siendo “triple” con la pantalla central digital dedicada a su propia App Noodoe, además de que la llave de contacto es presencial y más directa de uso (contacto, accesos o bloqueo con botones dedicados). El asiento ha mejorado el apoyo lumbar (ajustable) y queda a 785 mm del suelo, permitiendo en el hueco llevar un casco integral y algo más. Pilotos a partir de 160 cm llegarán al suelo bien, aunque el KYMCO sea algo ancho de "cintura".

Ya es un viejo conocido...

La gran puesta al día del KYMCO bicilíndrico no ha cambiado su carácter: es un scooter que, nada más verlo, aprecias su estilo deportivo-agresivo. Algunas formas se han suavizado un poco (delante y los laterales cierran algo más la mecánica) pero mantiene ese carácter, también nada más ponerlo en marcha, con un tono de escape particular gracias a su cigüeñal “decalado”: el AK 550 sí que suena como una moto V2, sobre todo a a bajo régimen... curioso y seductor.

Eso se traduce, cuando vas ya en marcha pero a muy baja velocidad, en un tacto ligeramente irregular: el embrague multidisco es exquisito y permite casi hacer “trial” pero el motor no tanto, salvo si lo pones en el modo “Rain” (fondo de pantalla azul) que ha sido un buen descubrimiento. En ese modo el AK550 corre algo menos, pero es notablemente más suave y gasta apreciablemente menos gasolina, y eso que en el modo normal tampoco es gastón. Creo que la revisión del motor es algo que ha traído un consumo que rara vez pasará de 5 litros a los 100, y que puede bajar fácilmente de los 4 (sobre todo si usamos el modo Rain que casi lo bautizaría como “Eco”). Lástima que no deja cambiar de modo si no estás parado (o a menos de 20 km/h) pero confieso que acabé usándolo mucho, porque ya corre lo bastante (pasa de 150 km/h...) y el tacto es mucho más agradable.

Cuando nos movemos a ritmo de tráfico urbano todo va bien y enseguida se aprecia el buen equilibrio logrado en este modelo, con un comportamiento intachable. Es ágil en marcha y es muy estable, incluso pilotando al ataque en curvas de mediana velocidad o rápidas, va bien aplomado, y por cierto no es fácil rozar “nada” al inclinar (y lo intenté…). Un scooter muy seguro, pues, algo que hay que destacar, porque la frenada además también es buena, y se nota cómo el ABS en curva trabaja de otro modo (más inmediato y rápido que si no inclinamos). Fíjate que hasta los Dunlop GPR-100 me parecieron de mejor agarre de lo que yo recordaba en otros modelos, gracias a este chasis… El control de tracción no es muy suave pero gracias a eso permite derrapar un poco sobre tierra y evitará sustos en mojado sobre asfalto deslizante, aunque no sé quién querrá desactivarlo (al no ser nada intrusivo). En un scooter sin poder tocar embrague o cambio, y con ya bastante potencia y par, el TCS es bienvenido.

¿Qué mejoraría yo en el KYMCO AK 550? Para empezar la manejabilidad en parado: no es muy pesado, pero por algún motivo cuesta moverlo, pienso que quizás sea la correa o transmisión final, pues la rueda no gira muy libre a motor parado. Y desde luego el cuadro de instrumentos: no entiendo por qué tenemos hasta tres veces (!) la velocidad, y en cambio no tenemos un cuentavueltas digno de tal nombre (va por segmentos de mil rpm o sea no sabes si el motor está a 2100 o 2900 rpm por ejemplo). Usé la aplicación Noodoe pero, viendo los comentarios en Google Play, coincido que es muy mejorable, y las pantallas que permite elegir tampoco solucionan lo que comenté...

Conclusiones

Me ha gustado esta nueva encarnación Premium del KYMCO AK550: mantiene un motor potente (limitable para carnet A2 si es necesario) y con carácter, ofrece buenas prestaciones (pasa con mucha facilidad de las “cien millas por hora”) con un comportamiento sobresaliente, y lleva un equipamiento completísimo. Incluso un localizador y antirrobo Komobi, por cierto, mucho más útil que la App Noodoe. La comparación con el TMAX es inevitable, con ligera ventaja del KYMCO en potencia y desventaja en finura (el AK tiene más “carácter”), pero clara ventaja por equipamiento y precio, ya que por 11.999 euros estamos al nivel del Yamaha más equipado (que ya son más de 16.000 euros)...