El gripaje del motor: qué es, cuáles son sus causas y qué hacer si sucede

Eso del gripaje parece que ya suena a otra época, a otros tiempos en los que las motos no eran tan fiables, los motores de 2 tiempos animaban nuestras calles y las averías eran el pan de cada día. Ahora, en los tiempos modernos que corren, los motores parecen estar hechos a prueba de bombas, pero cuando la palabra “gripaje” sale a escena sigue poniendo los pelos de punta de los más veteranos. ¿Sabes qué es? ¿Sabes por qué se produce? ¿Sabes cómo reaccionar si eso ocurre? Aquí te lo contamos.

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Para hacer un símil, un poco brusco pero eficaz, podríamos decir que el gripaje es para el motor de una moto lo que un paro cardiaco para un ser humano. Una avería que hace que el pistón se quede bloqueado dentro del cilindro y, como en el símil, las consecuencias son extremadamente graves. Si el pistón no se puede mover el cigüeñal tampoco, y por tanto la rueda trasera tampoco, quedando inmediatamente bloqueada. ¿Pero cómo hemos llegado hasta aquí? Veámoslo con un poco de más calma.

Causas que pueden provocar el gripaje de un motor

Un pistón está hecho para moverse rápidamente dentro de un cilindro. Y cuando decimos rápidamente hablamos de velocidades vertiginosas difíciles de asimilar, manteniendo sin ningún esfuerzo ritmos de unos 20 metros por segundo, como si nada. Todo está diseñado para que la fricción sea la menor posible y ese movimiento no experimente ninguna pérdida de energía. Pero claro, si esa fricción aumenta también aumenta la temperatura de las piezas, tanto que pueden llegar a fundirse superficialmente y llegar a fusionarse entre sí, quedando bloqueadas. A veces se puede tratar de un bloqueo momentáneo que desaparece al dejar enfriar el motor, pero en otros casos no hay solución posible. De todos modos, aunque sea momentáneo el motor debe ser inspeccionado pues pueden quedar cicatrices en la camisa del cilindro y en las paredes del pistón.

Por tanto, el gripaje no es más que la consecuencia de un aumento de temperatura indebido causado por una fricción excesiva, que puede estar motivada por una lubricación insuficiente, un defecto del juego cilindro/pistón por el desequilibrio de una biela, de una bujía de grado térmico inadecuado, una anticipación incorrecta del encendido o, cómo no, un fallo en la refrigeración, tanto si es mediante aire como si es con líquido, al perderse el refrigerante del radiador y sufrir este una obstrucción.

En un motor de 2 tiempos hay una causa de gripaje bastante frecuente: la excesiva acumulación de incrustaciones en la cabeza del motor. Esto, por un lado, provoca una aumento de la relación de compresión del motor y, por tanto, un aumento de la temperatura, y por otro una dispersión calórica más forzada ya que las incrustaciones hacen de aislante térmico.

Además de todo esto también pueden darse causas “geométricas”, relacionadas a la forma y dimensiones del cilindro y el pistón, pero son bastante raras de encontrar gracias a los cada vez más rigurosos controles de calidad de los fabricantes.

Otra situación que se podría dar recae en la propia responsabilidad de quien conduce la moto, y es que en su mano está no forzar lo que no se debe forzar. Por ejemplo, circulando con una moto de motor refrigerado por aire, cuesta arriba, con mucho peso, con marchas largas y a baja velocidad. Eso hará subir la temperatura del motor drásticamente, ya que el aire será incapaz de refrigerarlo y se darán las condiciones perfectas para que se produzca un gripaje.

Consecuencias del gripaje de un motor

Las consecuencias del gripaje de un motor pueden ir de leves a extremadamente graves. Como decimos, si la fusión es momentánea y el motor vuelve a recobrar el movimiento una vez enfriado se pueden producir daños en la camisa del cilindro. Eso supone tener que sustituir la camisa dañada o los segmentos del pistón y comprobar el estado del pistón, la biela, los casquillos de la biela y el cigueñal, por si fuera necesario cambiar alguna de estas piezas.

Sin embargo, si pistón y cilindro se funden con firmeza lo que puede pasar es que se rompa la biela, el motor no deje de girar y la biela rota ya desprendida del pistón se mueva alocadamente dentro del cilindro a alta velocidad, algo que puede llegar a perforar el bloque motor. Si llega ese mundo el motor queda inutilizado y ha de ser sustituido por uno nuevo, lo que como ya puedes imaginar no es algo precisamente barato.

Qué hacer si gripa el motor de mi moto

La mala noticia es que las nefastas consecuencias del gripaje no son solo para el motor, sino también para la seguridad del motorista que circula sobre la moto. Si el gripaje es seco y total el motor se bloqueará y, por tanto, también la rueda trasero. Eso siempre es peligroso, y si además ocurre a alta velocidad las consecuencias pueden ser fatales.

Si eso ocurre solo hay una manera de salvar la papeleta: coger rápidamente el embrague. De esa manera conseguiremos separar el giro del motor (el entonces ya no-giro del motor) del giro de la rueda, dejando que ésta vuelva a girar libremente. Pero para conseguir eso hay que ser rápidos, muy rápidos si queremos salvar una caída casi inevitable.

Por suerte el gripaje del motor no tiene que ser de golpe, de hecho en muchas ocasiones hay un preaviso que nos puede indicar lo que va a suceder. Por ejemplo, un endurecimiento paulatino del motor que conlleva un descenso del rendimiento o una desaceleración injustificada. Si eso ocurre, lo más prudente es detenernos rápidamente y ponernos en contacto con nuestro taller de confianza para evitar males mayores.