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Para los motoristas, la moto es nuestra mayor vía de escape. Independientemente de si la usamos a diario para ir a trabajar o en nuestro tiempo libre para recorrer mundo y viajar, lo cierto es que cuando tenemos cualquier problema, muchos aprovechamos para subirnos encima de ella y despejarnos. Sí, porque algo que nunca entenderá alguien que nunca ha subido sobre una, es que una simple ruta en moto nos libera la mente de tal manera que a la hora de regresar a casa somos capaces de enfrentar los problemas cotidianos desde otra perspectiva.
Y sí, puede sonar “romántico”, pero es así; y tú que estás leyendo esto ahora mismo lo sabes. Seguramente en estos últimos meses tú has salido en solitario con la moto en algún momento para pensar, reflexionar o desconectar. Y esas salidas son las más peligrosas porque, aunque vayas “a tu rollo”, no tienes contigo a nadie que te cubra las espaldas en caso de avería o, en el peor de los casos, de un posible accidente.
Y es por eso por lo que cuando salimos en solitario asumimos una serie de riesgos que vienen implícitos en la ecuación. En Moto1Pro ya hemos hablado de los beneficios que tiene viajar solo en moto. Entre ellos destacamos la total libertad para decidir qué hacer y cuándo hacerlo sin tener que pensar en las necesidades de otros. Suena egoísta, pero es un pro al uso. Además, salir en solitario en moto te hace crecer a nivel personal puesto que eres tú y solo tú el encargad@ de solventar cualquier imprevisto o inconveniente que te suceda en el camino. Y este es uno de los principales riesgos que asumimos.
Todos hemos presenciado algún accidente de moto. La posibilidad de que uno de los miembros de nuestro grupo se vaya al suelo por una caída tonta es algo con lo que vivimos los motoristas siempre. Pero, ¿qué ocurre cuando vamos solos? Cuando nuestras salidas son en solitario seguimos teniendo el mismo riesgo de poder sufrir una caída o accidente y, según la zona por la que salgamos, es más o menos peligroso. Puedes salirte de la carretera y terminar, de la manera más tonta, en una zona en la que nadie te vea y, por lo tanto, nadie pueda ayudarte. Sin duda, este es uno de los mayores riesgos que asumimos a la hora de salir en solitario.
Pero estos riesgos cada vez son menos gracias a empresas como Komobi. Como sabéis, el Komobi es un dispositivo localizador mediante el cual podemos tener controlada nuestra moto en todo momento. Además, este aparatito nos facilita métricas como son el grado de inclinación y la velocidad de la moto. A raíz de esto, Komobi ha creado un servicio de suscripción que le llama Komobi Life.
La idea de Komobi creando su servicio Komobi Life no es otra sino la de crear un ángel de la guarda virtual que nos acompañe en nuestros trayectos en moto. Su funcionamiento es muy sencillo. Como Komobi tiene la información tanto de inclinación como de velocidad en todo momento, detectará cualquier tipo de anomalía por lo que, en caso de accidente o caída, te avisará mediante la app y una llamada. Si pasados 3 minutos no has contestado a los avisos, se pondrá en contacto con los servicios de emergencia e informará a tus contactos de emergencia de tu ubicación exacta enviándoles un enlace de seguimiento. Con esto, tu situación será monitorizada, lo que facilitará que los servicios de emergencia lleguen al lugar del incidente.
Sin duda otro de los pros de la instalación del Komobi en nuestra moto, porque no solo cuida de ella sino también de nosotros. Y tener un ángel de la guarda las 24 horas... no tiene precio.
Amante de las motos desde que tengo uso de razón, llevo toda la vida sobre dos ruedas. Tras realizar colaboraciones en distintos medios, en Moto1Pro he hecho de mi pasión, mi modo de vida. Curiosa, analítica y muy digital, además de probar motos, coordino la redacción con mano de hierro en guante de seda.
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