Motos robadas: ¡No las compres nunca!

Tan culpable es el que roba una moto, como el que participa en su venta o compra sin una documentación o factura que diga claramente que el vendedor es su legítimo propietario. Aprovechamos una mala experiencia que han tenido nuestros amigos de la tienda de Madrid Motos Namura, que sufrieron un alunizaje en su establecimiento para robar dos motos de motocross de 50 y 65 cc., para recordarte que ¡NUNCA COMPRES UNA MOTO ROBADA O DE DUDOSA PROCEDENCIA!

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Las motos se roban fundamentalmente para venderlas tal cual a una persona que tiene la documentación de un modelo similar, para cambiarle el número de chasis. También se roban para piezas, para arreglar otras motos o para hacer motos con las que participar en rodadas en circuito. Por último, como en el caso de las dos motos robadas en Motos Namura, se roban motos de motocross (o trial y enduro) para su uso sin matrícula en circuitos o sin documentación por caminos, zonas de montaña o fincas privadas.

En el caso de Motos Namura el robo se pretrechó con un alunizaje (empotrar un coche contra el escaparate) del establecimiento. Allí sustrajeron dos KTM SX 50 y SX 65, la última de las cuales los ladrones no se la pudieron llevar y la dejaron tirada en la calle. (El número de bastidor de la KTM SX 50, por si te la ofrece es el VBKMRA230JM055724). Es un caso extremo de robo de motos, que se han llevado en el mismo vehículo con el que rompieron la luna y se la llevaron.

Tras la denuncia del robo, la policía suele poner varios cebos para intentar recuperar la moto, rastreandola en foros de segunda mano, páginas de compra-venta, entre otros. En el mejor de los casos al comprador lo que le puede pasar es que pierda lo pagado por la moto y tenga que declarar para seguir la pista de los ladrones. El el peor de los casos a quien compra un artículo robado es que le hagan cómplice del delito, por colaboración con los ladrones, porque se interprete que éstos obraron por encargo del posible comprador. En este caso las consecuencias son mayores.

Las motos pueden ser robadas en cualquier lugar, en la calle, en un garaje privado o particular. Ningún antirrobo es 100 por cien infalible, hay muchas técnicas para poder abrirlos, pero su correcta colocación puede hacer que los ladrones tarden algo más de tiempo en cometer su delito y desistan. En este reportaje te indicamos cómo evitar (en la mayoría de lo posible) que nos roben nuestra moto.

La técnica más sencilla es, como hicieron en Namura, que se lleven la moto en una furgoneta (sólo se necesitan dos personas para subirla a ésta) y manipular el antirrobo en un local en el que a los ladrones nadie moleste. En este artículo hablamos de las motos que se roban con más frecuencia.