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Yamaha Supersport Pro Tour R 2017: nuevas R6 y R1

Yamaha motor ha brindado la oportunidad de probar sus modelos más deportivos en el circuito de Cheste ¡toda una experiencia increíble!

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Redaccion Moto1pro
Álvaro Guardia
Autor Foto
Yamaha
Fecha12/05/2017
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Yamaha

Fecha12/05/2017


Yamaha Sport Pro Tour R se celebró el pasado 29 de abril en el circuito de Cheste, junto a Cardoso School, colaborador oficial. En Yamaha creen firmemente en las sensaciones y experiencias vividas en primera persona, por lo que facilitan toda una flota de Yamahas R6, R1 y R1M para que los clientes y usuarios potenciales puedan probarlas y vivirlas en su hábitat más capaz, el circuito.

Yamaha Sport Pro Tour R no es solo una rodada con motos Yamaha. Es todo un despliegue técnico, con personal cualificado directo de fábrica, asistencia personal,  información detallada de cada modelo, y todo lo que puedas necesitar. Son motos con un trasfondo muy deportivo y muy circuitero, y con un enfoque para auténticos pilotos, y por ello mismo, así es como te hacen sentir. 

¿Que tienes una duda con el panel de mandos? ahí tenías en cuestión de segundos un técnico o incluso responsables de Yamaha España.¿Que no sabías cambiar el mapa de potencia? ahí estaban para ayudarte.¿Que se te había olvidado mirar las presiones? da igual, nada mas entrar a boxes y bajarte de la moto ya las estaban midiendo antes de que te diera tiempo a quitarte el casco.Servidor ha participado en competiciones con equipos muy cualificados, y el pasado 29 de abril me hicieron recordar lo que era sentirse piloto, a mi, y a más de 250 asistentes.

Y lo mejor no es solo eso, sino que las motos que te ceden para probar son la última evolución de sus máquinas punteras en el segmento R. Algo inviable en cualquier jornada de puertas abiertas o de pruebas en los concesionarios habituales. Y esto lo sabían todos los participantes, se mascaba una expectación única, la misma que han levantado estas motos en su lanzamiento. Tal es así, que muchos usuarios de motos equivalentes de otras marcas, asistían solo para conocer de primera mano al “rival”.

El Yamaha Sport Pro Tour R de este año, comenzaba con una intimidante nube gigantesca que tapaba todo el cielo, provocando dudas e inseguridades, que gracias a la colaboración y organización de Cardoso School, supieron disipar con su buen orden y experiencia. Si en el pitlane y en boxes teníamos técnicos de Yamaha, en pista tenías la experiencia de Cardoso School de la mano de sus pilotos, Alex e Ivan, actuando como monitores o referencia para todo aquel que lo necesitara. Por supuesto también estaban en los boxes para aclarar cualquier duda que tuvieras, Jose Luis cardoso estaba a disposición de quien lo necesitara.

El clima fue alternando llovizna, mojando y secando la pista. Los probadores disponíamos de un “timing”, donde se nos ordenaba la disposición de modelos a probar en cada tanda:

Yo empecé con la YAMAHA R6 en una tímida primera tanda, bajo un calabobos, que aunque no intimidaba, te mantenía a la defensiva. 

En la siguiente tanda, empezó  llover con más abundancia, y a mi me tocaba nada menos que la YAMAHA R1M … Acongojado por la climatología y los neumáticos de circuito que montaban, Bridgestone R10 (una pasada de neumático, pero destinados a asfalto seco) antes de salir a pista, pedí ayuda a un técnico para que me ayudar a configurar un setting de lluvia o más restrictivo, ya que la R1M dispone de tantas opciones y configuraciones, que su interfaz puede resultar compleja. En menos de 15 segundos tenía una R1M ajustada para lluvia. Con mucho tiento, empecé a dar vueltas y a comprobar la eficacia de la electrónica de los nuevos modelos de Yamaha.

 

A continuación la pista se secó y pude subirme a una YAMAHA R1 stock, la cual configuré en modo “full power”. Salí muy crecido, debido la suavidad y contención de potencia que mostró la R1M debido la configuración lluvia en la tanda anterior, y en la primera recta abrí gas sin contemplaciones y por poco me disloco los hombros. Cuando Yamaha dice que esta moto desarrolla 200cv, es que los desarrolla. De igual modo que la R6, por otro lado ha perdido potencia debido la normativa Euro4 y no rehuyen en notificarlo, con la YAMAHA R1 exactamente igual, pero en exceso de potencia.

La última tanda me tocaba la YAMAHA R1 con preparación Cardoso, pero habiendo probado ya dos R1 y solo una primera tanda muy tímida con la R6, pregunté si podía solicitar cambiar, para probar mejor la YAMAHA R6, y no hubo ningún problema. Por tanto, pude disfrutar y probar a fondo tanto de la R1 como de la R6

 

Respecto las motos

La Yamaha R6 2017 fué la moto que finalmente mejor pude probar, y sin duda, la más adecuada al circuito, ya que el circuito de Cheste no es un circuito muy grande ni muy rápido.

Yamaha no ha cedido ante la imponente Euro4, que ha doblegado a más de una marca grande, y ha continuado comercializando su versión supersport, actualizándola en las medidas pertinentes. Esto supone una moto mejorada en ciclo y sobre todo en electrónica, pero que de serie, trae un motor ciertamente capado, que reduce su potencia hasta los 114cv. Esto tampoco debe ser algo que nos preocupe, puesto que si tenemos pensado darle uso en circuito, con una simple línea de escape y centralita, se recuperan los caballos, incluso se supera la cifra del modelo anterior (129cv).

El chasis es prácticamente el mismo que el modelo anterior, variando su torsión y rigidez. Yamaha ha optado por un desarrollo a remolque de su Superbike, esto significa una R6 actualizada con componentes de la R1. El chasis sigue siendo el mismo, pero el basculante y el tren delantero son de R1, tanto la horquilla KYB de 43mm completamente regulable, como el sistema de frenado y las pinzas monobloque de 4 pistones . Una acertadísima decisión, puesto que el chasis ya funcionaba perfectamente, y se ha mejorado con estos componentes de su hermana mayor.

Respecto la electrónica, es la gran actualización. Incorpora control de tracción con varios niveles de interacción, varios mapas de potencia, cambio semiautomático y abs. 

Su comportamiento en pista

Aquí es donde la YAMAHA R6 brilla de verdad. Es sin duda la máquina definitiva, hasta tal punto que no llegue a demandar más potencia.

Su frenada es espectacular, y ni siquiera la necesitas, entra en curva rapidísimo, facilitando el frenar bastante menos que con otras motos.

El paso por curva es muy rápido también, permitiendo inclinaciones que te obligarán a cambiar las deslizaderas de los codos.Es “muy Yamaha”, es muy de tren delantero. Vas encima del tren delantero, y notas como en todo momento este va anclado al asfalto, transmitiendo toda la información, y funcionando a base de paso por curva.

La posición es echada hacia delante, muy encima de la tija, bastante radical, muy circuitera. La manejabilidad es muy precisa, con neumáticos en buen estado incluso un usuario poco experimentado podrá hacerla llevar por su sitio.

La Yamaha R1 se diferencia de la R6 “siendo la misma”. Decimos que es la misma moto porque es exactamente igual a la R6 en geometría, carácter, diseño, forma de llevarla, pero más rápida, más potente, más exigente y más espectacular.

Escucho con mucha frecuencia la típica frase “estas motos se llevan solas, están plagadas de controles”. No podía opinar hasta la oportunidad del Yamaha Sport Pro Tour R. Ahora ya he probado la R1, y más que llevarse sola gracias a los controles, puedo decir que más bien es llevable gracias  a los controles, si no, no hay gestión posible de semejante potencial. Es una moto muy compacta, muy ágil, muy ligera, pero no nos engañemos, dentro lleva 4 pistones de 1000cc girando transversalmente a más de 10.000rpm, provocando unas inercias, junto a un empuje de 200cv, que es inmanejable sin una buena gestión electrónica.

La mejor forma de resumir la R1 es diciendo que resulta ser una R6 más rápida, más potente y con mayor frenada, pero en escalas muy superiores que además requieren una forma física muy superior.

Respecto la R1M, no podemos decir mucho debido la comprometida prueba que realicé bajo la lluvia con neumáticos de circuito. Se comporta exactamente igual que la R1, pero con una preparación mucho más enfocada a la carrera y a un piloto. Es una auténtica carreras-cliente. De lo que sí puedo hablar es de su rendimiento sobre piso mojado incluso con neumáticos de seco, y sin duda, hubiera sido imposible de no ser por la electrónica de la moto.

Salí a pista con el modo D (de cuatro disponibles A, B, C y D, siendo el A el más potente, el B un “A suavizado”, el C un mapa con un 15% de potencia y el D, enfocado para lluvia) y con el control de tracción TCS en el nivel 8 de 9 disponibles, siendo el 1 el menos intrusivo y el 9, el más. El resultado fué que igualé mis tiempos personales con mi supersport particular, y lo más importante, sin haberme caído de la moto.

Sin duda, Yamaha ha demostrado una cercanía única con el usuario al permitir esta oportunidad de pruebas en un circuito mundialista de sus motos más deportivas, incluida la R1M, superior a muchas presentes en campeonatos nacionales.

¡Una experiencia inolvidable!