Prueba en ruta Honda ADV 350: fuimos al GP de Aragón

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Ruta del Silencio

También atravesamos pueblos muy antiguos y pintorescos con patrimonios históricos muy representativos que datan de los siglos XV al XVIII, destacando la Torre del Gorgue, la iglesia de Santa María la Mayor, el convento de Casa Felicitas o las ermitas de San Pedro y Santa Ana. Pero lo que a los amantes de las motos y de los viajes en moto lo que más nos llama la atención, es sencillamente su trazado, no en vano la Ruta del Silencio fue premiada como la mejor ruta nacional en la Gala Mototurismo de este mismo año 2022. Hay una continua sucesión de gargantas y desfiladeros, rodeados de riscos y montañas majestuosas, con cascadas y arroyos que buscan su camino, y como el trazado discurre a una altitud que a supera frecuentemente los 1.000 metros, el clima en verano es fresco y suave, siendo más crudo y con nevadas ocasionales en invierno.

Una vez concluida The Silent Route, pasamos por Cantavieja, almorzamos en Olocau del Rey en la Ermita de San Marcos y nos dirigimos a Morella, ya en la provincia de Castellón, población amurallada que forma parte de la red de los Pueblos más bonitos de España. El enclave geográfico de Morella ha sido determinante en el transcurso de los siglos, ciudad de paso entre el Valle del Ebro y el Mediterráneo, enlazando Cataluña, Aragón y Valencia, Morella ha sido testigo de importantes episodios para todas las civilizaciones que aquí han habitado. Desde la Prehistoria en tiempos del Neolítico, a la Edad del Bronce, íberos, romanos, musulmanes, judíos, cristianos… todos vieron en este lugar una fortaleza inexpugnable. El asentamiento de la ciudad en un alto, su castillo y murallas han sido escenario de mil batallas y el dominio de la ciudad perseguido por figuras tan emblemáticas como Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid Campeador.

De ahí ya fuimos directos a nuestro destino, La Torre del Visco, no sin antes parar a repostar gasolina en Monroyo: en total recorrimos 350 km, en algo más de 8 horas, contando con paradas para hacer fotos, tomas de video, café a media mañana y almuerzo a medio día. El consumo medio no llegó a 4 litros, se quedó en 3,7 l/100 km, teniendo en cuenta que nuestro ritmo de marcha siempre ha sido... muy alegre. El sábado y domingo estuvimos centrados en Motorland, asistiendo a los entrenamientos oficiales y programa de carreras con victorias de los nuestros en Moto3 y Moto2 y podio de Espargaró en MotoGP. Al terminar, viaje de vuelta a Madrid, por la ruta de Alcorisa, Caminreal, Molina de Aragón y desde Alcolea del Pinar por la A2 hasta Madrid, en mi caso a El Escorial, casi otros 500 km en total.

Honda ADV 350 de viaje

¿Cómo se portó el nuevo scooter de Honda en esta ruta? Te diré que de forma sorprendente. Y ése era el objetivo de los señores de Honda, demostrar, y que pudiéramos comprobar en primera persona, que el ADV 350 no solo es un buen vehículo urbano e inter-urbano de medias distancias, también puede ser un buen vehículo para viajar. Y viajar cómodamente, con seguridad y con bastante espacio para llevar equipaje. La mayoría de nuestros ADV 350 iban equipados con baúl trasero y debajo del asiento hay un gran compartimento muy aprovechable cuando no están los dos cascos integrales dentro. Y lo mejor de todo es que si la carretera lo permite, también puede ser una moto muy divertida de pilotar.

No voy a entrar en muchas descripciones técnicas, eso ya lo hizo mi compañero Josep y no se dejó nada en el tintero, pero sí señalar algunos aspectos que son los responsables directos del excelente comportamiento de este scooter que luce esa pincelada de aventura. Y es que esa pincelada es importante porque incorpora un robusto tren delantero que es el responsable del magnífico comportamiento que luce en virajes de cualquier tipo, rápidos o lentos y su seguridad en frenadas al límite. Dinámicamente se comporta como una buena moto, con una horquilla invertida en la suspensión delantera de doble tija (como las de las motos) con barras de 37 mm de diámetro y 125 mm de recorrido, que proporciona una gran rigidez, pero al mismo tiempo es suave al principio para amortiguar los pequeños baches y firme en la parte final de su recorrido.

Luego su manillar ancho nos permite disponer de mucha palanca para realizar cambios rápidos de dirección sin esfuerzo, a pesar de tener una distancia entre ejes generosa (1.520 mm) y no presumir de una gran ligereza (186 kg). El resultado es que se desenvuelve con sorprendente agilidad entre curvas con un aplomo y precisión que me transmite mucha confianza. La frenada es buena y el motor, que cumple con la restrictiva normativa Euro5, está bien afinado con sus 29 CV siempre dispuestos a actuar con diligencia y entregar toda su potencia con buen tacto y sin desfallecer.

En la Ruta del silencio, plagada de curvas enlazadas, puertos en subida y bajada, paellas y algunos virajes rápidos, siempre ha mostrado un comportamiento noble, sano, con todos sus elementos trabajando en armonía. Luego en carreteras rápidas, autovía o autopista, no se amilana: a velocidades legales se va “fumando un puro”, aunque si te empeñas en mantener el gas a fondo entrarás en velocidades... donde digamos que ya puedes perder puntos del carné, aunque su aplomo y seguridad siguen siendo elevados. En cuanto a sus aptitudes camperas, es verdad que hicimos algún tramo de pista forestal, pero es más una cuestión de polivalencia, que permite hacer algún recorrido de enlace fuera del asfalto, aunque su objetivo no es dedicarse al off-road.

En definitiva, este Honda ADV 350 me parece un scooter muy bien conseguido, con un atractivo estético importante, un excelente comportamiento dinámico gracias al diseño y eficacia de su tren delantero, la buena calidad y rendimiento de todos sus componentes y como me ha demostrado a lo largo de estos casi mil kilómetros, una gran polivalencia para todo uso, incluso para poder viajar hasta donde... queramos.