5 accidentes en moto típicos en carretera y cómo evitarlos

Salir a dar una vuelta en moto por carretera puede ser algo altamente gratificante, una experiencia repleta de sensaciones que no podrías obtener de ningún otro modo. Libertad, independencia, velocidad, paisajes, curvas, amigos… Movernos sobre dos ruedas está lleno de ventajas, pero no podemos olvidar que también tiene algunos inconvenientes. Y no, ni las carreteras son siempre perfectas ni los conductores con los que compartimos la vía son siempre prudentes, por lo que es fundamental conocer los riesgos a los que nos exponemos para así poder evitarlos.

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Tenemos la ventaja de que los fabricantes de motos cada día hacen modelos más y más seguros, empleando las tecnologías más avanzadas para mejorar las frenadas, potenciar la estabilidad, controlar la tracción, evitar deslizamientos… Poro tienen que ver las motos de hoy en día con las de hace 20 años, pero al final, queramos o no, son nuestras manos y nuestra mente las que tienen la última palabra, y las que tienen que actuar en caso de peligro.

Las carreteras son para todos, aunque no todos cumplan sus normas o circulen con la prudencia debida. Además, la carretera puede esconder situaciones de riesgo, y debemos de ser capaces de preverlas para actuar cuanto antes en consecuencia. Solo así seremos capaces de evitar un accidente cuando todo lo demás falla. Pero si eso ocurre, y no somos capaces de evitarlo, vendrá bien saber qué hacer en caso de accidente, cómo ayudar y qué pasos debemos seguir.

Para reducir los posibles peligros al máximo, te recordamos aquí 5 accidentes en moto típicos en carretera para así saber cómo evitarlos. Toma nota, comparte y aporta tus propios consejos ¡Somos todo oídos!

1. Una curva en la que entramos demasiado rápido

A veces nos confiamos, pensamos que vamos a un buen ritmo para la carretera en la que estamos y de pronto no encontramos con una curva más cerrada de lo que esperábamos. Entramos demasiado rápido y no podemos mantener la moto dentro de nuestro carril. Lo que comúnmente llamamos “comerse una curva”. ¿Qué pasa entonces? Una de dos, o nos salimos de nuestro carril o procuramos mantenernos dentro a base de inclinar la moto, hasta el punto que el neumático pierde agarre y deslizamos. De un moto u otro: caída. Es uno de los errores más comunes al trazar una curva en moto.

• Cómo evitarlo

No te diremos que te fijes en la señalización vial vertical de la carretera, hazlo pero no deposites toda tu confianza en ello, pero sí que utilices otras referencias para adecuar tu velocidad. Puedes fijarte en árboles o tendidos eléctricos que te indicarán hacia dónde va la carretera, si se cierra mucho o no. Utilizar el freno delantero en una moto con horquilla convencional haría que la moto se enderezase y que siguieras recto, haciéndote salir de la carretera. Así que mejor usa el freno trasero, eso te dará aplomo y aumentará tu seguridad, y ten en cuenta que por lo general siempre puedes inclinar la moto más de lo que crees en un primer momento. Baja la velocidad frenando atrás, mira a la salida de la curva con todo tu cuerpo, no solo con los ojos, y deja a la moto girar por si sola.

2. Una curva ciega con asfalto sucio

Las carreteras más reviradas pueden estar llenas de diversión, pero también pueden esconder muchas sorpresas desagradables. Hay curvas ciegas en las que no vemos qué es lo que nos espera unos metros más adelante, y a veces se convierte en una verdadera cuestión de fe esperar que no haya nada. En tramos así no es raro encontrar asfaltos sucios o en mal estado, o quién sabe, quizá un animal o un vehículo detenido. Si eso ocurre, y no lo vemos hasta que ya es demasiado tarde, puede ser una causa común de accidente en moto.

• Cómo evitarlo

A la hora de afrontar curvas ciegas o de visibilidad reducida debemos abrir la trazada todo lo posible, intentar obtener el mayor ángulo de visión posible y así aumentar la capacidad de reacción ante aquello que no vemos en un primer momento. Primero, para reducir la velocidad, y segundo, para procurar enderezar la moto todo lo posible para así aumentar la superficie de neumático en contacto con el asfalto. Si el asfalto está sucio, tiene tierra, hojas o algún líquido, no toques el freno delantero, eso solo empeoraría las cosas. Todo esto, además, sin salirnos de nuestro carril.

3. El error de bloquear el freno delantero

Es un riesgo cada vez menor, las motos de última generación cuentan todas con sistemas ABS que evitan el bloqueo de las ruedas, pero quizá la tuya sea anterior a esta época. Puede surgir una situación de emergencia que te haga apretar con fuerza el freno delantero y antes de darte cuenta, de pronto, tu moto y tú estáis en el suelo. Ojo con esto. Es uno de los mayores temores cuando se empieza sobre dos ruedas.

• Cómo evitarlo

Lo primero: recuerda que los frenos son la parte más potente de nuestra moto, siempre serán capaces de detener la moto con más rapidez de lo que el motor la pone en movimiento. Sabiendo esto, ya sabes lo que tienes entre manos, y lo importante que es saber cómo realizar una frenada de emergencia. Te recomendamos encarecidamente que tengas una moto con ABS y que te asegures de que siempre está en buen estado, pero si por lo que sea no es así, no te queda otra más que practicar.

Solo practicando la frenada podrás ser consciente de cuánto y hasta dónde frena tu moto. Puedes empezar probando a una velocidad constante en un parking despejado, tomando referencias sobre el asfalto para ver dónde empiezas a frenar y dónde se detiene la moto. Prueba una y otra vez e intenta siempre reducir esa distancia de frenado. Así notarás también la información que te transmite el neumático, cómo reacciona y cómo se comporta ante una frenada de emergencia. Así sabrás que esperar si te pilla por sorpresa.

4. Cuando tienes compañeros de ruta poco prudentes

Primer consejo: en moto sal siempre con gente conocida y de confianza. No ya solo para compartir gustos, necesidades y diferentes ritmos de conducción, sino para evitar sorpresas desagradables por culpa de integrantes poco inteligentes. Una conducción temeraria o irresponsable puede ponerte en peligro a ti y al resto del grupo, si alguien por hacer el tonto pierde el control de la moto y tiene un accidente que lo haga en solitario, y que a ti te pille bien lejos.

• Cómo evitarlo

Lo primero, recuerda los consejos sobre cómo circular en un grupo de motos. Y no solo tú, sino asegúrate de que todos los miembros del grupo los tienen en cuenta, sobre todo si hay algún nuevo integrante. Es importante que todos sepan cómo hay que colocarse en la carretera cuando circulamos en grupo, que nadie circule justo detrás de otro sino que todos se organicen de manera escalonada. Si un nuevo miembro del grupo no respeta este pacto de caballeros házselo saber, y si hace caso omiso aléjate de él, mejor circular solo que mal acompañado.

5. Un asfalto resbaladizo

Vas circulando por una carretera en aparente buen estado, pero de pronto, sin darte cuenta, pierdes adherencia, la moto se te va y terminas en el suelo. ¿Qué ha pasado? No has visto nada, no había ni tierra, ni hojas ni grava, pero tu moto ha resbalado y has tenido una caída ¿Por qué?

• Cómo evitarlo

Damos por hecho que si llueve y el asfalto está mojado, o si estamos en una zona fría y nevada con posibilidad de hielo en la calzada iremos preparados, atentos y prudentes. Pero incluso si no se dan estas circunstancias podemos encontrar otros peligros, como las manchas de aceite o de gasoil, o simplemente una carretera con el asfalto desgastado y en mal estado, sin adherencia alguna.

- Lo primero: asegúrate de que los neumáticos de tu moto están siempre en perfecto estado, tanto de desgaste como de presiones, solo así podrás conseguir el mejor agarre, tanto en seco como circulando en moto con lluvia.

- Lo segundo: presta mucha atención a la información que te transmite la carretera. Algunas cosas no se ven a simple vista, pero si te fijas bien sí puedes llegar a percibirlas. Busca reflejos sobre el asfalto, si ves colores arcoíris es posible que haya manchas de gasoil, altamente resbaladizas, y si el asfalto está seco pero brilla es síntoma de un desgaste acentuado, por lo que el agarre será mínimo. No inclines la moto en estas zonas y procura no tocar el freno delantero. Y sobre todo, no te fíes jamas del aparente buen aspecto de una carretera, nunca sabes lo que te puedes encontrar tras la próxima curva ciega o tras el próximo cambio de rasante.