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Honda NT 1100 Experience: a Oporto en una Gran Turismo de raza

Honda NT 1100 Experience: a Oporto en una Gran Turismo de raza

Honda nos invitó a comprobar, en una ruta turística de Madrid a Oporto, las grandes posibilidades viajeras de este nuevo producto de la marca del Ala Dorada.

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Mariano Urdín
Honda/Llurba
05/04/2022

Hablamos de:

Honda NT 1100 Experience: a Oporto en una Gran Turismo de raza
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Mariano Urdín
Honda/Llurba

05/04/2022


ASPECTOS POSITIVOS

Comportamiento y motor
Posición de pilotaje y protección
DCT y electrónica

ASPECTOS NEGATIVOS

Ajuste manual de pantalla parabrisas
Sin llave de proximidad

Cilindrada

1084cc

Motor

2 cil. EFI SOHC

Potencia

102 CV

Peso

238kg

Carnet

A

Precio

14.400 €

Ver ficha técnica completa

No ha sido una presentación ni una prueba de un nuevo modelo, eso ya te lo dimos a conocer en su momento gracias a mi compañero Josep Armengol que acudió a la presentación de la Honda NT 1100 a finales del pasado mes de noviembre y realizó un excelente y detallado trabajo con su prueba. Hoy te diré que, después de recorrerme muchos cientos de kilómetros por todo tipo de carreteras y en situaciones meteorológicas muy cambiantes, con lluvia, frio, viento, niebla y sol, no puedo estar más de acuerdo con todo lo que dijo en su día mi compañero. Por mi parte, en esta ocasión, más que de técnica te quiero hablar del viaje y de la ruta, con un itinerario ideal para hacerla al comienzo de la primavera, a ser posible entre el 25 de marzo y el 10 de abril, que es cuando suelen estar los cerezos del valle del Jerte en flor. Aunque eso no es una ciencia exacta, pero si los pillas, es un espectáculo increíble para los sentidos. También te voy a hablar de sensaciones con esta moto cuyo precio es de 14.400 euros (15.400 euros con cambio DCT).

Honda NT 1100 Experience: a Oporto en una Gran Turismo de raza

Salida: Madrid

El lugar de partida fue el concesionario Honda Ikono Motorbike en Getafe y la hora de la cita bastante temprana, las 8:15 de la mañana. Antes de ponernos en marcha, debíamos familiarizarnos con nuestra moto asignada, aprender a manejar sus funciones y vincular nuestro teléfono con el Apple Carplay o Android Auto. Utilizamos un equipo de audio Cardo Packtalk, que nos habían cedido para podernos comunicar entre los componentes del grupo, además de acceder a las aplicaciones de nuestro smartphone.

Hemos hecho un grupo de cinco compañeros con los intercomunicadores Cardo y la verdad es que nos escuchamos bastante bien. A nivel personal he regulado las manetas y los espejos retrovisores a mi gusto, he personalizado los dos modos User disponibles, el 1 con unos reglajes bastante deportivos (potencia con máxima entrega, bastante retención de motor y el control de tracción al mínimo) y el 2 más adecuado para lluvia y terreno más delicado (potencia con la entrega más suave, retención de motor casi al mínimo y control de tracción al máximo). Comienzo el viaje con el modo Tour.

Nos ponemos en marcha y, tiene narices, no llueve desde hace meses, los pantanos están secos, las ranas nacidas este año todavía no han aprendido a nadar… Y justo esta semana, dan alertas por borrascas y lluvias torrenciales generalizadas en casi toda la Península, que serán muy buenas para el campo y para llenar los pantanos, pero para viajar en moto…

Salimos en dirección oeste para coger la carretera de la Coruña que abandonamos en la salida de Guadarrama a El Escorial y de ahí nos dirigiremos a Ávila por la M-505. El cielo está muy negro y cuando estamos llegando a la villa del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial… comienza a diluviar. Anulamos la foto que teníamos prevista junto al tremendo monumento, uno de los puntos señalado de interés en la ruta, esa magna obra fue mandado construir por el rey Felipe II en conmemoración de la Batalla de San Quintín y considerado como la octava maravilla del Mundo, por su tamaño, complejidad y enorme valor simbólico.

Continuamos por el popular Puerto de la Cruz Verde y pasamos junto al monumento a Ángel Nieto, que los motoristas madrileños han erigido en recuerdo de nuestro campeonísimo, siguiendo ruta hacia Ávila sin dejar la M-505. La lluvia no solo no ha amainado, sino que a ratos se intensifica, entra niebla y se ve fatal... y en el alto del Herradón el viento sopla con fuerza.

Cómo agradezco la magnífica protección aerodinámica de la NT 1100 y sus puños calefactables, cuya potencia tengo que reducir porque casi me queman las manos. De serie la NT 1100 también incluye el control de velocidad de crucero, las dos maletas laterales con sus correspondientes bolsas interiores y como extras en mi moto equipa el cambio DCT, el baúl trasero de 50 litros (caben 2 cascos integrales), el asiento confort y las luces de niebla auxiliares.

Justo a las puertas de la ciudad amurallada, la organización tenía previsto un reconfortante café, con pinchos de tortilla y algunos dulces típicos, nunca un desayuno fue tan bien recibido, veníamos como sopas y el lugar, con una enorme chimenea encendida, resultaba de lo más acogedor. Casi nos tienen que echar de allí con un palo para continuar el viaje: seguía lloviendo, pero ya con menos intensidad y a los pocos kilómetros de dejar Ávila por la N-110, dejó de caer agua.

Pasamos el Barco de Ávila y llegamos al alto de Tornavacas, desde donde se vislumbra una vista sensacional del valle del Jerte. Allí habitan más de un millón y medio de cerezos repartidos por las laderas del valle, lo único que este año, con la climatología que ha hecho, nos hemos adelantado una semana para ver ese espectáculo nevado, aunque en lugar de nieve son las blancas flores de los cerezos las que los cubren. No obstante, en algunas de las partes más bajas del valle ya empezaban a enseñar sus pétalos.

Pasamos el pueblo de Jerte y abandonamos la N-110 hacia el oeste subiendo el puerto de Honduras, una carretera estrecha y muy virada, pero con buen piso y unas vistas preciosas, donde aprovechamos para realizar algunas de las fotos y tomas de vídeo que ilustran este reportaje. El puerto tiene unos 18 km de subida y 15 de bajada hasta llegar a Hervás. En ese tamo no llovía, el suelo estaba bastante seco con algunas zonas húmedas y en esas condiciones pude comprobar lo bien que se mueven los algo más de 240 kg de la NT 1100 en orden de marcha, con las maletas y el baúl trasero cargados. La frenada, sin ser muy potente, es eficaz, tiene muy buen tacto y en apuradas fuertes mantiene la trazada con aplomo, frena recta y equilibrada. En esa carretera de curvas constantes y enlazadas su comportamiento me dio mucha confianza, incluso en algunas curvas en las que entraba bastante animadillo y de pronto te encuentras humedades en mitad de la trazada, solo ahuecaba un poquito el gas, enderezaba ligeramente la moto y ni un solo susto.

Con todo esto se nos había hecho la hora de comer y lo hicimos en Hervás, una población muy interesante. Hace dos siglos se consideraba una pedanía del pueblo salmantino de Béjar, pero se le concedió el título de villa y en 1833 pasó a ser una localidad perteneciente a la provincia de Cáceres. Tiene vestigios hebreos importantes que conforman la importante Judería de Hervás, con su entramado de antiguas calles y edificios judíos. Y además de sus monumentos históricos, cuenta con un Museo de la Motocicleta y Carruajes, en el que se pueden admirar piezas verdaderamente interesantes, una visita a realizar totalmente recomendable.

De allí nos dirigimos a Béjar, pero no pasamos por la ciudad: nos desviamos en dirección Sotoserrano, donde paramos en un histórico Puente Romano que cruza el cauce del rio Alagón. Allí de nuevo aprovechamos para hacer otra sesión de fotos y videos de este reportaje. La carretera hasta la Alberca, el destino final de nuestra primera etapa, es espectacular, bordeando el Parque Natural de las Batuecas y Sierra de Francia. La Alberca es un singular pueblo salmantino, el primero de España en ser declarado Conjunto Histórico Artístico en 1940. Recorrer sus calles admirando la arquitectura típica de la zona a base de piedra y madera, disfrutando de sus tradiciones centenarias, su plaza mayor y gastronomía repleta de productos ibéricos, es sin duda un festival para los sentidos.

En el pueblo existe la tradición de tener un cerdo suelto por las calles que es alimentado por los vecinos. El cerdo, llamado "marrano de San Antón", es bendecido el 13 de junio y se suelta a la calle y el 17 de enero, día de San Antonio Abad (San Antón), el cerdo es rifado en las puertas de la iglesia y los beneficios van destinados a la cofradía de San Antón.

Seguimos en ruta

En la segunda jornada salimos de la Alberca hacia Portugal en dirección Ciudad Rodrigo, luego a la frontera que la cruzamos por Fuentes de Oñoro-Vilar Formoso, tomando dirección noroeste hasta la población de Amendra. En esa localidad es donde termina, o comienza según se mire, la N-222 portuguesa, que viene desde Oporto. Esta carretera nacional serpentea en gran parte junto al margen sur del rio Duero, por una de las regiones más bellas del país vecino, la región Vinícola del Alto Duero.

En un estudio impulsado por Avis, la empresa de alquiler de coches, basándose en una fórmula matemática compleja desarrollada por el ingeniero Herman Tilke, creador de muchos de los circuitos de velocidad actuales, dice que la proporción ideal para disfrutar de un buen trazado es de 10 a 1, es decir, diez segundos de recta por cada segundo de giro. Teniendo en cuenta la longitud de las rectas y los radios de las curvas, la proporción de la N-222 es de 11 a 1, lo cual la determinó como una carreta fantástica para conducir.

No en vano ha sido elegida como escenario en cinco de las películas de más acción de James Bond. Su trazado, con la combinación de rectas y curvas de todo tipo, transmite sensaciones, emoción y placer de conducir a cualquier velocidad. Los aficionados portugueses afirman que es “a estrada mais bonita do mundo”. Personalmente me parece una afirmación un poco exagerada, pero desde luego he de reconocer que me divertí mucho pilotando por su variado trazado y disfrutando de su entorno, en las que unas veces se acerca al Duero y otras se aleja, bordeando los valles de algunos de sus afluentes como el río Còa, rodeado de los viñedos que originan el famoso vino de Oporto, un auténtico festín de pilotaje.

El café de media mañana lo tomamos en el Museo de Còa, dedicado al arte paleolítico, en esa zona se han encontrado muchos restos arqueológicos de pobladores de hace más de 25.000 años. Además, el museo aborda en su exposición la comprensión de los orígenes de la civilización, la evolución e importancia en la organización de las sociedades prehistóricas y protohistóricas. No dejamos la N-222 hasta llegar a Pinhao, un pequeño pueblo asentado en un recodo a orillas del Duero, que se encuentra rodeado de terrazas donde se cultivan vides, y se dice que allí se elabora uno de los mejores oportos del mundo. Aprovechamos para realizar otra sesión de fotos y almorzar. Por la tarde tiramos directamente hasta Oporto, una ciudad que personalmente me encanta, tanto que con gusto viviría en ella.

En Oporto terminó nuestra excursión, dejábamos allí nuestras NT 1100 y después el grupo de periodistas españoles regresábamos en Avión a nuestros lugares de origen. Al día siguiente era el turno de los periodistas portugueses que harían la misma ruta que nosotros con destino a Madrid, pero hubo una vacante debido al puñetero Covid-19 y quedaba una moto libre que debía volver a Madrid... Pidieron algún voluntario para llevarla y me ofrecí el primero. Pero tranquilo ¡no te voy a contar mi viaje de regreso!

Solo quiero terminar ratificando que después de 1600 km recorridos en cuatro días por todo tipo de carreteras y en todo tipo de condiciones (principalmente difíciles), creo que conozco bastante bien la nueva Honda NT 1100 y me ha conquistado. Me reafirmo que mi buen amigo Josep Armengol hizo un análisis de la moto muy acertado con muchísimas menos horas de moto de las que yo he hecho y estoy totalmente de acuerdo con su opinión. Pero sobre todo con ese párrafo casi del final, en el que dice que es muy probable que esta nueva NT 1100 de Honda, esté marcando el camino de un nuevo segmento de mercado entre las motos de gran turismo.

Es una moto muy capaz, cómoda, fiable, amigable, se maneja bien, no es demasiado grande ni demasiado pesada, protege de manera excelente y de serie viene muy bien equipada. Todo por un precio de 14.400 euros, que lo considero sorprendentemente ajustado teniendo en cuenta todo lo que ofrece. Un extra que recomiendo sin duda es el cambio DCT, son unos 1000 euros más, pero muy bien empleados, y el baúl trasero, que incrementa mucho su capacidad de carga. Solo le pondría dos puntos a mejorar: que la pantalla no sea regulable eléctricamente, y la llave de proximidad, una comodidad que se agradece. Por lo demás, un diez.

La moto al detalle...

Honda NT 1100 Experience: a Oporto en una Gran Turismo de raza
Accesorios

Nos llevamos motos muy equipadas: el baúl trasero (caben dos cascos integrales) y algún otro "gadget" como esta práctica bolsa sobredepósito.

Galería de fotos

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