Nuevas Can-Am Pulse y Origin: Probando el Futuro

Can-Am Pulse y Origin

Las características de estas motos fueron desveladas hace un tiempo pero vamos a recordarlas. Los precios no son bajos y creo que es importante tenerlso presentes de entrada: la Pulse parte de 16.999 € y la Origin 17.599 € (en blanco), la versión “73” cuesta algo más e incluye elementos exclusivos como luces LED, pintura, cover, spoiler, ruedas con stripe can am y distintivos del 73 aniversario, y luego hay una “carbon” algo más cara. El diseño general está inspirado en el búho blanco de las nieves, emblema de Quebec, que simboliza silencio y potencia. El diseño conecta con la primera moto de la marca en 1972, evocando el pasado mientras avanza hacia un enfoque futurista.

Entre lo destacado de estas motos, es bueno subrayar la solidez de la empresa que garantiza un suministro constante de piezas y servicio, evitando problemas comunes de las nuevas marcas que desaparecen rápidamente. Esto justifica no entrar en una guerra de precios. El motor es apto para carnet A1 o A2 (Potencia de 11 kW/35 kW), con función de marcha atrás (reverse) y regeneración de energía (regen). Permiten cargas rápidas de la batería: del 20% al 80% en 50 minutos utilizando 6.6 kW en modo 1/2 o 2/3.

¡Probando!

Comencé la prueba con la Can-Am Pulse, la versión enfocada a carretera, digamos “naked”. Lo primero que noté fue el peso alto, pero también la suavidad en la entrega de potencia. A pesar de esa suavidad, la aceleración era impresionante: de 0 a 100 km/h en apenas 3,8 segundos. Una sensación brutal. La función de Regen me llamó la atención: permite recuperar energía al desacelerar, pero requiere un poco de adaptación, ya que el efecto del freno-motor es muy acusado en la posición máxima.

El cuadro de instrumentos, es una enorme pantalla TFT táctil, que proporciona toda la información de forma clara, aunque desentona ligeramente con el resto del diseño. Dispone de conectividad con Apple CarPlay. En cuanto a la autonomía, en carretera rondaba los 130 km, mientras que en ciudad alcanzaba los 160 km, bastante cercano a las cifras oficiales. Es importante tener en cuenta que estos números pueden variar mucho según factores como el estilo de conducción, las pendientes del recorrido, el peso del piloto y del acompañante, entre otros.

Luego llegó el turno de la Can-Am Origin, que evoca el espíritu de la primera moto fabricada por la marca en 1972. Esta versión es más cómoda en términos de posición de conducción y se comporta bien tanto en carretera como en terrenos más difíciles. Probé la Origin en una pista de tierra con poco agarre, y aunque no es su entorno ideal, su comportamiento fue más que razonable. La Origin incluye control de tracción y dos modos de off-road además permite desconectar el ABS de la rueda trasera, una ventaja en caminos más complicados.

El corazón de las motos: Baterías y tecnología

La batería de las Can-Am, además de ser el núcleo sobre el que se construye la moto y formar parte de la estructura del chasis, ofrece un equilibrio entre peso y autonomía con una capacidad de 8.9 kWh. Cuenta con refrigeración líquida, lo que resulta especialmente útil para evitar sobrecalentamientos, algo que pudimos comprobar bajo las altas temperaturas de Austin, alcanzando hasta 42 grados ambientales... En cuanto a la autonomía, el modelo Origin ofrece ligeramente menos que la Pulse, con 115 km en un uso combinado de ciudad y campo.

En cuanto al mantenimiento, Can-Am promete simplicidad: solo cambio de neumáticos o pastillas de freno por desgaste, y revisiones cada 25.000 km de la transmisión por cadena, que además está bañada en aceite.

¿El futuro es de las motos eléctricas?

Las Can-Am Pulse y Origin representan un paso valiente hacia lo desconocido. La marca, con el respaldo de BRP, tiene todo lo necesario para garantizar un futuro sólido para estos modelos eléctricos. La tecnología está bien desarrollada, el diseño es atractivo, y la sensación de aceleración es muy buena. Su enfoque premium y el respaldo de una empresa sólida ofrecen una garantía de confianza para los futuros compradores.

Pero desde mi experiencia como motorista, hoy en día es difícil ver más ventajas que inconvenientes en las motos eléctricas. Aunque fue algo puntual por la organización de esta prueba, el argumento de la "energía limpia" se desvanece cuando en cada parada nos recargaban con generadores... Por lo menos usaban propano renovable, según comentaron después, así que era energía eléctrica con menos CO2 generado que la de la red americana incluso. Pero a pesar de que la autonomía y los tiempos de recarga son aceptables, siguen siendo una desventaja frente a las motos de combustión, al igual que el peso, la distribución y el precio, que no juegan a favor de las eléctricas. Además, la menor variedad de modelos, las dudas sobre la duración a largo plazo y el reciclaje de baterías, la falta de sonido y sensaciones propias del motor, o la limitada infraestructura de carga en países como España, hacen que el cambio aún sea complicado para muchos.

A pesar de todo esto, hay algo que no es del todo racional: las motos, más allá de las cifras y la tecnología, también son emociones. Nos movemos por sensaciones, no siempre por la lógica, y quizás esa conexión emocional sea lo que termine inclinando la balanza en favor de lo eléctrico en el futuro. Si estás buscando una moto eléctrica que combine rendimiento, estilo y respaldo de una marca sólida, las nuevas Can-Am podrían ser tu próxima gran inversión. El tiempo dirá si logran ganarse un hueco en este competitivo mercado.