Ver ficha técnica completa

BMW F 900 GS con y sin extras

Sí tengo que comentar sobre la moto que me tocó, y he disfrutado durante cuatro días por tierras africanas: llevaba montado el paquete “Enduro Pro”, con suspensiones mejoradas y un poco más largas, alzas en el manillar, cadena M-endurance, keyless (llave de contacto presencial), quick shifter, protectores de manos con los soportes muy robustos en tubo de aluminio, cubre-cárter más grande y el sensor de la presión de neumáticos, que por cierto, son unos Metzeler Karoo, en medidas 90/90/21 y 150/70 R17, que me gustaron mucho por su polivalencia.

Volamos a Marraquech y pasados los siempre tediosos trámites aduanero marroquíes, nos desplazamos por carretera a Uarzazate, donde nos instalamos y sería nuestro “cuartel general”. En la siguiente jornada, una vez asignadas las motos, salimos por carretera hacia el sur, haciendo una ruta de unos 200 km principalmente por carretera, tocando una parte de pistas y jamadas hasta llegar a Zagora, ciudad donde se iba a desarrollar la otra faceta de nuestro viaje... que te cuento en otro apartado al final.

En marcha por Marruecos

Nada más ponerme a los mandos de mi F 900 GS, me di cuenta de la realidad que representan esos 10 CV más de rendimiento y la rebaja de esos 14 kilos con respecto a su antecesora: la mejoría dinámica es más que evidente, se nota solamente con moverla en parado (me refiero sobre todo a los kilos, los caballos todavía no…). Luego nos ponemos en marcha y se siente ligera, ágil… cuando abres el gas con decisión, la respuesta es inmediata, pero al mismo tiempo muy dosificable, incrementando su empuje de forma consistente y a partir de 6000 rpm da lo mejor de sí, hasta acercarse a su régimen máximo: corta a unas 10.000 rpm, pero ni mucho menos hace falta estirar tanto.

Por las carreteras de esta parte del sur de Marruecos te puedes encontrar de todo, zonas rápidas, lentas, viradas o rectas, con el firme en buen estado, regular o malo, con mucho tráfico rodado, coches, camionetas, autobuses, todos más bien antiguos y también carromatos impulsados por cuadrúpedos de todo tipo, burritos (me sorprenden lo pequeños que son aquí los burros, pero qué fuertes y voluntariosos), caballos, mulas…

Con esto te quiero decir que tienes que ir con cien ojos, te puede salir cualquier cosa de cualquier sitio en cualquier momento, incluso un peatón que cruza por donde le apetece. Y los conductores tampoco hacen mucho caso de las señales, ni de las pinturas en el suelo, cada cual adelanta cuando le parece, solo toca el claxon al que va delante e inicia la maniobra, confiando que, si aparece otro vehículo de frente, ninguno de los tres quiera estrellarse y se tienen que hacer sitio. En fin, nuestra DGT y sus agentes “se pondrían las botas” en esas tierras.

Mi opinión de la F 900 GS 2024

Siempre he dicho que probar una moto es algo bastante personal, de hecho, alguna vez hablando con algún colega mío, también experto y buen motorista, no hemos coincidido en nuestra apreciación y valoración del comportamiento de una determinada moto, y no es un caso aislado, pasa más a menudo de lo que parece. Y claro la evidencia es que no todos somos iguales y lo que a uno le puede venir bien, a otro, a lo peor, no le viene tan bien.

Con esto de las trail, por mi complexión física (aunque fuerte y robusto, soy de “talla ibérica” raspando al 1,70 m siendo muy generoso), las motos voluminosas y sobre todo altas y pesadas, por buenas que sean, cuando salgo del asfalto no me siento cómodo. Esta F 900 GS con su asiento situado a 860 mm del suelo y sus más de 230 kg con todos los llenos hechos, se encuentra en mi límite. Por pistas y caminos voy bien con ella, pero si me meto por dunas o lechos de río muy arenosos, o con muchas piedras y hay que echar a menudo pie a tierra, la cosa se me va complicando. Seré sincero, para esas situaciones, prefiero una 450 de enduro y 120 kg de peso como máximo.

En carretera, con firmes de cualquier tipo y en cualquier estado, esta F 900 GS me ha convencido mucho. Es una moto con un reparto de pesos perfectamente equilibrado, la notas aplomada en zonas rápidas y con asfalto roto no te intranquiliza, pero además se siente ligera y manejable en los cambios rápidos de dirección. Su comportamiento general es noble y neutro, las suspensiones, sin contar con ayudas electrónicas, son regulables y las puedes adaptar con facilidad a tus gustos personales y a los itinerarios que vas a realizar. Para la versión Adventure, que estará disponible más adelante, como opción se podrá pedir con suspensiones electrónicas Dynamic ESA autorregulables.

El motor responde siempre correctamente, por su configuración es robusto, sencillo, vibra poco, gasta poco, es un gran trabajador, el cambio de marchas equipado con quickshifter funciona de maravilla y existe una clara diferencia en prestaciones respecto a su predecesor. Hicimos diferentes recorridos por pistas, lechos de ríos secos, con arena blanda, con piedras y ríos con agua en los que tuvimos que hacer algún vadeo.

Fuera del asfalto se defiende muy bien y está absolutamente en línea con las mejores de su clase, aunque evidentemente, ninguna de ellas es mi moto favorita para hacer excursiones de enduro ni pretenden serlo, pero me encuentro muy cómodo en pistas forestales o sobre hamadas abiertas con mucho espacio por delante, muy típicas por esas zonas de Marruecos. Chasis, suspensiones, frenos, llantas, neumáticos, todos sacan pecho y dan la cara, con un funcionamiento coordinado y homogéneo, proporcionándome una grata sensación de seguridad.

Conclusiones sobre la BMW F 900 GS 2024

La nueva BMW F 900 GS cumple sobradamente sus objetivos, es una trail media/grande al más alto nivel de sus oponentes más serias por prestaciones, calidad y tecnología, con un comportamiento viajero muy logrado. La postura a sus mandos me resulta cómoda y muy natural, la pantalla me protege bien, los mandos se encuentran correctamente ubicados y su manejo me resulta intuitivo. Además, la instrumentación para mí es perfecta por su calidad y claridad de visión. Solo pondré la pega de que el asiento me resulta algo duro y lo noto después de recorrer muchos kilómetros y por muchos terrenos, como ha sido el caso.

Para poner la guinda a estas buenas sensaciones, está su precio, 13.950 euros, que lo veo muy bien aquilatado. Pero es una BMW y si quieres una moto “como la mía” tienes que añadir los 1613 euros que cuesta el paquete Enduro Pro... que sin ninguna duda te recomiendo si tus intenciones son salir con frecuencia fuera del asfalto.

Mil y dos gafas: solidaridad de altas miras

Miguel Santos proviene de una familia de ópticos y él ha seguido los pasos de su padre poniéndose al frente de la óptica Estaire y gafadeportiva.com, de Madrid. Pero no voy a hablar de su óptica, sino de la idea que se le ocurrió y a la inestimable ayuda que le proporciona su mujer, Marta, en desarrollar y llevar a cabo su proyecto solidario: Mil y dos Gafas.

Miguel es un hombre a quien gusta el deporte, la aventura y viajar, y juntando estas cosas y su Fiat Panda 4x4, el hacer excursiones y travesías por Marruecos, fue casi inevitable. Allí conoció lugares increíbles, con otras gentes, otras culturas y otras formas de vivir, sus felicidades... y carencias. Y como enamorado de su trabajo y de ayudar a sus pacientes, empezó a fraguar su idea: llevar gafas de excedentes de fabricantes que se han quedado en stock, que ya no se venden por la razón que sea, gafas usadas que no saben qué hacer con ellas y entregarlas a gente que las necesita y no pueden tener acceso a ellas.

No se lo pensó mucho: cogió su Panda, a su mujer de ayudante, cargó todas las gafas que pudo, sus herramientas de trabajo para graduar la visión, y se bajó al sur de Marruecos a intentar remediar la calidad de vida a todos los que pudiera. Repartió todas las gafas que llevaba.

Esta es la segunda vez y Miguel ha podido contar con la colaboración de BMW Motorrad, pues a través de un conocido, contactó con la firma alemana y les gustó mucho el proyecto, así que aprovechando alguno de sus eventos, como el Punta a Punta, el BMW Motorrad Days o la colaboración de algunos de sus concesionarios, le han ayudado a recopilar material. También BMW corre a cargo de toda la logística del viaje de esta acción solidaria, de ahí que aprovechó para llevarnos a nosotros, presentar su nuevo modelo en un marco idóneo y permitirnos participar en tan loable acción.

Como cabe imaginar, el reparto de gafas no es sencillo, Miguel y Marta se han tirado 12 horas al día trabajando sin descanso para atender a cientos de personas que venían a su cita contactados por sus colaboradores de ONG marroquís. Algunos de ellos venidos desde aldeas en el desierto, sin apenas medios de transporte para llegar a Zagora, lugar donde se montó la consulta para graduar la vista a cada uno de ellos.

La verdad es que hay casos que te ponen los pelos de punta, como el de una señora que me pareció bastante mayor (40 o 45 años) pero en realidad tenía solo 32, pero el sol y el clima del desierto hacen su acción en la piel. Pues bien, esta mujer tenía más de 7 dioptrías en cada ojo y nunca había tenido la oportunidad de tener gafas: era prácticamente ciega, solo veía bultos y sombras. Cuando Miguel y Marta la encontraron unas gafas que eran casi de su graduación, la mujer creía que se había aparecido Alá o Jesucristo, o los dos al mismo tiempo, y habían obrado un milagro.

O el de una familia de bereberes del desierto, con cuatro niños, todos de raza negra, menos uno, el pequeño, que tendría 10 u 11 años, que era albino, blanco como la leche, pelo, cejas, pestañas blancas, con los ojos tan claros que parecían transparentes, tenía fotofobia y apenas podía abrir los ojos. Le consiguieron unas gafas de sol, que se las modificaron y le quedaron perfectas: el chavalín, no se lo podía creer.

Y aunque les resulta tremendamente gratificante y ellos se sienten genial, hay que felicitar y sobre todo ayudar a esta organización de Mil y dos Gafas, personalmente y aunque mi colaboración ha sido ínfima, también me he sentido genial estando presente y ayudando en lo posible. De verdad espero poder volver con ellos.