
Prueba Kawasaki Z900 SE 2025: 21 años después… ¡la mejor Z!


ASPECTOS POSITIVOS
ASPECTOS NEGATIVOS

Cilindrada

Motor

Potencia

Peso

Carnet

Precio
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Recuerdo cuando, allá por 2004, Kawasaki lanzó la primera Z750: una naked deportiva que, en contra de la corriente de entonces, no se basaba en su supersport (600) y jugaba con la ventaja de la cilindrada. Esa ventaja se convirtió en un gran éxito: más de 100.000 unidades vendidas, y otras tantas de su sucesora Z800. Luego, hacia 2017, llegó la Z900... ¡y siguió el éxito! Cerca de 300.000 "Z" llevan vendidas y para 2025 le tocaba una renovación que va más allá del motor, profundamente retocado para cumplir la norma Euro5+, mejorar consumo (y emisiones de CO2 que se traslada al precio por impuestos). Hemos probado la versión "SE" mejor equipada y con un precio de 12.475 euros (la estándar parte de 10.325 euros).

Nueva Kawasaki Z900 SE 2025
La nueva Kawasaki Z900 se sigue vertebrando alrededor de un motor ya veterano, tetracilíndrico en línea de la mejor tradición, con cuatro válvulas por cilindro y distribución DOHC, carrera corta (73,4 x 56 mm) y 948 cc de cilindrada. Ese casi “litro” ofrece ahora 124 CV a un relativamente tranquilo régimen de 9500 vueltas y un buen para máximo de 97,4 Nm. Aunque las cifras casi calcan las anteriores, el motor ha cambiado mucho por dentro, lo más destacado es el nuevo acelerador electrónico (un solo cuerpo) buscando reducir consumo de gasolina (y emisiones de CO2), y mejorar la respuesta general.
Este motor se monta en un chasis tubular de acero de rigidez modificada para mejorar la agilidad, y suspensiones de gran calidad en esta “SE”: horquilla invertida Showa totalmente ajustable delante, y amortiguador Öhlins detrás. La rueda delantera de la SE además lleva discos Brembo de 300 mm con pinzas también italianas radiales, y bomba radial.
La electrónica es avanzada, cuenta con IMU para que el ABS optimice su trabajo en curva, y lo mismo se aplica al control de tracción y derrapada. Las luces LED frontales (tres proyectores, el central inferior son las “largas”) marcan el nuevo diseño, siempre con ese estilo agresivo de estas Kawasaki Z, aunque a mí ahora me parece más ¿amable? O menos extremo.
La pantalla de 5 pulgadas tiene un menú fácil y bien visible, y me gustó la opción de tener un “horizonte artificial” (indica la inclinación en tiempo real), algo muy de motos con IMU aunque no todas lo lucen. Tiene control de crucero y cuatro modos de pilotaje con uno ajustable, todo bastante fácil y sensible. Viene con quickshifter pero al bajar marchas sólo funciona con el gas cerrado (lo que vienen llamando “2.0” los japoneses).
En abril, aguas mil...
Eso dice el refrán… y cuánta razón tiene por lo menos para este año. Mientras tuvimos la Kawasaki Z900 la lluvia nos persiguió, y no es la moto más disfrutable en esas condiciones (aparte de que hacer fotos lloviendo queda bastante mal e intentamos evitarlo). Así que la usé menos de lo que me hubiera gustado... porque eso fue lo primero que pensé al recogerla en el concesionario donde tiene las Kawasaki de prueba en Madrid (Pekus Motor en Getafe): ¡me gusta esta Z900!
Si siempre digo que “una moto es su motor” aquí se cumple más que nunca eso, entre otras cosas porque la Z900 es una moto alrededor de ese propulsor. Tendrá años, pero aquí sigue, ronroneando suavemente (más suave que nunca, ahora) cuando empiezas a familiarizarte con él o andas con la moto tranquilamente, empujando con ganas cuando te vas animando a abrir gas, y aullando cerca de la zona roja cuando ya has pasado a buscarle las cosquillas para aprovechar sus más de 120 caballos, que ya van siendo (más en una naked).
Cuando vas de paseo es muy de agradecer la suavidad general de esta moto. Es estupenda y dulce. Sus 193 kg en seco (o 213 kg llena) se notan cuando la mueves a baja velocidad o en parado, no tanto entre curvas por ejemplo, gracias a esas suspensiones renovadas y a una geometría acertada (y afinada con los años). Cuando vas más al ataque, el quickshifter es una delicia acelerando (lástima que no permite reducir con gas abierto) y la moto es ahora realmente precisa y fácil de mover entre curvas, tanto como estable en zonas rápidas donde no se descoloca nada si hay baches o juntas. Ese Öhlins trasero… ¡trabaja bien!
Hablando de traseros, lo que no me ha gustado nada es que Kawasaki haya seguido esa (maldita) tendencia a hacer un colín minimalista y lo que ello implica: un lugar para el pasajero aborrecible. Asiento pequeño, alto, corto… dicen que tiene más acolchado (?) pero ya te digo yo que ahí no aguanta nadie mucho rato. Una pena en una moto tan fina.
Conclusiones
Me ha gustado mucho la nueva Kawasaki Z900 SE: mantiene el argumento definitivo de un motor de cuatro cilindros que es fino y siempre está “lleno” (es casi un litro de cilindrada). La moto al completo es “fina”, suave y amable cuando la acaricias, aunque también sabe rugir y correr cuando la provocas, pero en ese caso la calidad de suspensiones, frenos, o la electrónica, te permiten mantener todo bajo control para divertirte sin sobresaltos. Qué lástima de asiento del pasajero, con lo bien que podrías llevar a alguien de paseo si no fuera así, y tal vez el precio (sobre todo en esta versión SE) también se ha disparado demasiado respecto de las primeras “Z” que contaban con eso como uno de sus argumentos de ventas.
La moto al detalle...

Es su seña de identidad desde aquella primera Z750 de hace 21 años: motor tetracilíndrico "made by Kawasaki", sólido y con mucho empuje, además ahora más fino que nunca.

El nuevo asiento del piloto es algo más estrecho delante (más fácil llegar al suelo) y mullido detrás (más cómodo en marcha), el dato de altura son 830 mm pero es algo poco relevante. El del pasajero por desgracia es pequeño, alto... lo peor de esta moto, que tiene poco para criticar, y una pena porque se disfrutaría más que nunca en compañía.

La bomba radial acciona en esta Z900 SE dos pinzas Brembo radiales con una frenada potente y dosificable, muy bien.

El amortiguador trasero de la Z900 SE es esta maravilla dorada, totalmente ajustable y de excelente funcionamiento: hace la moto cómoda, precisa y bien asentada. Se complementa con una horquilla Showa (con botellas pintadas doradas a juego con el amortiguador...) también excelente.

Bien legible y fácil con las nuevas piñas de mandos, que incluyen control de crucero. Lo que ves en el centro (foto) es el curioso "horizonte artificial" (como en un avión) con la inclinación en tiempo real.

Sigue la estética agresiva-japonesa, ahora algo cambiada respecto a la anterior (en la que algún rival se ha inspirado...). Los dos LED superiores iluminan en "cortas", el inferior se suma a ellos en "largas".
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Apasionado de las motos, los aviones y la tecnología, llevo más de 30 años viviendo "desde dentro" la información del mundo de la moto en los mejores medios: ahora, en Moto1Pro.
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