Prueba QJMotor SRK400: naked deportiva para carnet A2

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QJMotor SRK400: así es

El parentesco de QJMotor con Benelli queda patente al repasar sus respectivos catálogos, y si la SRK 400 que ves en las fotos te resulta familiar te ayudaré: busca imágenes de la Benelli 302s (también llamada bn302) y verás lo que, creo, es básicamente la versión anterior de la misma moto. Han cambiado detalles y ha cambiado el motor por dentro, vamos a verlo.

El motor es el alma de cualquier moto, bueno cuando lleguen las eléctricas lo será la batería (qué poco erótico), y el motor de esta QJ SRK 400 es un poco especial. Sí, es un bicilíndrico en línea refrigerado por agua, y es fácil pensar “pues como cualquier otro ‘twin’ chino de 500 pero con pistones más pequeños”… ¡Error! Sí que se deriva de un motor 500 (parece el de su trail SRT 550) pero han reducido la cilindrada montando un cigüeñal de carrera más corta.

Sí, es un motor de carrera corta, de hecho sus dimensiones internas (diámetro de pistones por carrera) son casi calcadas nada menos que de la Suzuki GSX-R 750 original (70x51 mm por 70x49 en la deportiva). Con dos cilindros menos, se queda en esos 400 cc que le dan nombre y, como buen motor de carrera corta tendrá su personalidad… Es un cambio respecto de la mayoría de “twin” de media cilindrada del mercado (con la excepción de las Kawasaki 400 más... rabiosas).

Este motor va anclado a un chasis doble viga tubular con basculante también tubular (diría que idénticos a los de la citada Benelli 302) y, aunque es “naked”, la SRK monta plásticos laterales al radiador y una quilla que, junto con al máscara del faro (full LED), le dan ese aspecto más deportivo o agresivo (y la distinguen de aquella Benelli). El amortiguador trasero va muy inclinado y en posición lateral (fácil de ajustar) y la horquilla es invertida sin regulación. Va bien servida de frenos, dos discos de 260 mm delante y uno de 240 mm detrás, todos lobulados aunque ni ellos, ni las pinzas, ni las suspensiones llevan “marca” (parecen propios).

Una gran pantalla TFT a color oficia como cuadro de instrumentos, con dos presentaciones posibles (oscura o clara) y tiene el buen detalle de incluir control de presiones de las ruedas (aunque extrañamente los sensores en sí no vienen de serie). Otro buen detalle es que las piñas de mandos estén iluminadas o que las manetas sean ajustables (así debería ser en todas las motos), y el asiento es cómodo y bien rematado con costuras rojas; el del pasajero, aparte, es más… “pasajero”. El escape está muy recogido y queda por debajo, invisible, pero no pasa desapercibido: emite un tono de moto mucho más gorda que realmente da gusto en parado y en marcha, sin dejar de ser discreto y legal, claro.

¡En marcha!

Y ya que estamos en marcha, comentar que esta prueba no fue tan a fondo como nos hubiera gustado porque... en Málaga también llueve. De los dos días de prueba nos tocó el malo: hubo que recortar la ruta y andarse con cuidado con el resbaladizo asfalto de las carreteras malagueñas. Menos mal que los neumáticos originales, Maxxis deportivos radiales (en medidas 110/70 delante y 150/70 detrás), que recuerdo como equipo original en alguna KTM grande, agarran muy bien ya desde frío o con humedad…

Con 186 kg de peso con el depósito lleno, la QJMotor SRK 400 es una moto ligera y por geometrías es muy ágil: si le añades un asiento bastante bajo (785 mm) y su estrechez pues estás ante una “bici” que no pone dificultades a ningún tipo de piloto, y por ello nos parece una primera moto de carnet A2 ideal. Es noble, y aunque no pudimos exprimirla a fondo por las condiciones precisamente lo bien que nos permitió controlar todo ante la adversidad subraya esa nobleza. El tacto del freno delantero sí es algo mejorable (poco recorrido de maneta) pero el ABS sólo entraba si era necesario, el cambio es de preciso accionamiento y el embrague suave, aunque no anti-rebote... pero así el futuro piloto aprende a reducir mejor.

Ese motor de carrera corta tiene cierto genio y dos personalidades: por debajo de unas 6000 rpm es suave pero empuja muy bien, ideal para callejear o para días como el que nos tocó, pues puedes poner sexta y saldrá bien desde casi el ralentí. A partir de esas 6-7000 vueltas, donde aparece cierta vibración (diferente en tres motos distintas que probé y quizás dependiente del rodaje) empuja más decidido aunque la estirada final la esperaba más rabiosa. No, sube hasta esas 9000 donde da su máximo (41,4 CV) y estira algo más, pero no es lo que esperaba de un motor de carrera tan corta en esta categoría. Si el día hubiera sido mejor quizás me hubiera quedado con ganas de más “genio” deportivo, pero lo cierto es que tiene el suficiente y agradecí poder tirar de marchas más largas… así será también mejor como moto propia de cada día. El desarrollo en sexta no llega a 20 km/h por cada 1000 rpm, bien ajustado pues a la potencia disponible y prestaciones esperables (rondará los 170 de punta reales).

Urbana y rutera: perfecta escuela

Por 5699 euros, y con el notable “extra” de que lleva 6 años de garantía incluidos (garantía que pasará al siguiente propietario si la vendemos), tenemos en esta QJMotor SRK 400 una buena moto para estrenar un carnet A2, o una buena moto en general para usar a diario y hacer escapadas. Es tan ágil y fácil que no le complicará la vida a nadie, el motor es suave desde abajo con lo que el día a día es un paseo, y guarda cierto genio para estirar marchas… un genio que el sonido de su escape te recuerda que está ahí.

Equipación piloto: casco HJC RPHA90S, chaqueta Tucano Urbano 4Stroke, pantalón PMJ Deux, pantalón de agua Tucano Urbano, botas Eleveit Diverge, guantes Levior GL-Leader.