Prueba Voge 525 DSX: la aventurera polivalente para carnet A2

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Voge 525 DSX

Dicen los estudios de mercado, no solo de nuestro país sino a nivel global, que las motos trail, más o menos potentes y más o menos camperas, es una opción que todo el mundo se ha planteado en algún momento. Recorrerse el mundo sin importar los obstáculos que nos encontremos no deja de ser algo apasionante. Las motos trail son atractivas, cómodas, relativamente sencillas tanto de mecánica como de manejo, con una buena capacidad de carga y la categoría que hoy nos ocupa, de media cilindrada, ofrecen una enorme polivalencia con grandes posibilidades de utilización.

La Voge 525 DSX viene a sustituir a la anterior 500, con una estética que nos recuerda a la BMW F 850 GS, tiene el carenado frontal tipo “pico de pato” y un bonito diseño con una atrevida doble óptica rasgada de LED, rematada por un parabrisas regulable manualmente de menores dimensiones que la anterior 500. De entrada, estéticamente me ha convencido mucho, se ve calidad en su ejecución con buenos detalles de terminación, en los pespuntes del asiento, el encaje y ajuste de todos sus plásticos, el escape con salida por arriba con protecciones simulando fibra de carbono etc…

Y en cuanto a equipación, no puede venir más completa: lleva de serie protectores de motor y carrocería, parrilla trasera, cubremanos, manetas ajustables, dos tomas de corriente de 12 v y USB para recargar y alimentar periféricos, pantalla de 7” en la instrumentación a color con mucha información, incluso indicador de la presión de neumáticos en tiempo real.

Dos cilindros y más cubicaje

El motor crece en cilindrada, pasa de 471 a 494 c.c. gracias a unas cotas internas que han aumentado tanto su diámetro como la carrera (de 67 x 66,8 a 68 x 68 mm), según sus datos no ha ganado potencia máxima (que ya estaba en el tope del A2 con 47,6 CV a 8.500 rpm) pero sí consigue una curva de par más plana, elástica. Esto facilita los adelantamientos, recuperar mejor y además permite circular a la misma velocidad con una marcha más larga lo que mejora las cifras de consumo.

Personalmente he notado un ligero aumento en las vibraciones de baja frecuencia, no resultan molestas, pero sí las siento algo en los dedos de las manos, pues como veterano piloto de motos de dos tiempos, tengo la manía de llevar dos dedos en la maneta del embrague y uno en la de freno... Se agradece también el embrague anti-rebote, suave y con buen tacto, que junto a los dos modos de conducción nos permiten elegir el carácter y respuesta del motor en cada circunstancia. Importante señalar que tanto el ABS como el TCS (control de tracción), se pueden desconectar para nuestras incursiones fuera del asfalto.

Chasis y suspensiones

Utiliza la clásica estructura de doble cuna de tubos de acero al cromo-molibdeno que garantiza resistencia, rigidez y elasticidad allá donde corresponda, se complementa con un ligero y rígido basculante de doble brazo de aluminio de sección rectangular, muy largo para favorecer la tracción. La distancia entre ejes (1.450 mm) se sitúa justo entre las batallas más largas y más cortas de su clase, cuenta con una generosa distancia al suelo y aporta bastante tranquilidad saber que el sub-chasis trasero es desmontable, lo que facilita la reparación en caso de accidente.

Las suspensiones las firma KYB con una horquilla invertida regulable en precarga del muelle e hidráulico de 41 mm de diámetro y 150 mm de recorrido, en mi opinión venía tarada de serie un poco blanda, pero se puede corregir en buena medida con los ajustes. El amortiguador trasero solo es regulable en la precarga de muelle y proporciona 155 mm de recorrido.

Los frenos son Nissin, con 2 discos delanteros de 298 mm y el disco trasero de 240 mm, las llantas de radios sin cámara (19” la delantera y 17” la trasera) calzadas con unos estupendos neumáticos Metzeler Tourance. Le caben 16,5 litros en el depósito de gasolina (podemos hacer sin problemas más de 300 km) y pesa en orden de marcha 202 kg.

La Ruta: Pirineos

Cogimos el AVE temprano y en Lleida nos estaban esperando los hombres de Voge. Charla explicativa/informativa del producto y nos ponemos en marcha sobre las 10:45 de la mañana. Por delante nos esperan unos 250 km por las carreteras del Pirineo, hacia Benabarre, Boltaña, Bielsa, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Paramos a almorzar en Sallent de Gallego y después a la estación de esquí de Formigal, donde hicimos las fotos y vídeos en la carretera que lleva al telesilla de Sarrios, cerrada en esta época del año, excepto para servicios de la estación, pero teníamos un permiso de la estación y aprovechamos la tarde para nosotros, sin nada de tráfico.

Durante el trayecto cogimos un poco de autovía, un poco de carretera general y mucha, mucha carretera de montaña, muy virada, con zonas de buen asfalto, otras de asfalto regular y otras en mal o muy mal estado. También enganchamos unos 5 km de pista de tierra y cuando estábamos haciendo las fotos en la estación, subí con la moto hasta el alto del Cantal y el valle de Izas, para admirar su vista panorámica en verano. En invierno he subido muchas veces a esquiar en el telesilla de Sallent y la verdad es que cambia un montón cuando lo cubre un espeso manto de nieve.

Te diré que en líneas generales y tras los 500 km más o menos que he recorrido en dos jornadas, la Voge 525 DSX ha superado mis expectativas: me ha parecido mejor moto de lo que me esperaba, sobre todo teniendo en cuenta su precio de adquisición que, si me puedo resistir, no lo diré hasta el final. Dinámicamente me ha parecido una moto homogénea y bien equilibrada, tiene un compromiso armonioso, no destaca especialmente en nada, pero en cada circunstancia se comporta correctamente.

De potencia está bien, el cambio va muy bien (lástima que en esta categoría de motos no lleven quickshifter), los frenos cumplen correctamente, las suspensiones se pueden adaptar en algunos parámetros al gusto de cada cual, la postura es cómoda (tal vez el asiento un poco blando o es que hicimos muchos kilómetros por carreteras muy rotas). En zonas viradas con buen firme me dio confianza y me lo pasé bien apretando el ritmo, también nos llovió y en agua me pareció una moto noble, segura y bien asistida por sus neumáticos Metzeler.

En suma, me ha parecido un producto muy recomendable, está bien elaborada, con un gran diseño (aunque no sea totalmente propio) y se desenvuelve con mucha soltura en muchos escenarios. Y ahora viene su otra gran baza: su precio. Se ofrece ya en nuestro país a un precio de lanzamiento de 6187 euros, en el que incluye 5 años de garantía total de la marca y el seguro gratis durante el primer año. Y quien quiera convertir su 525 DSX en toda una viajera puede adquirir el conjunto del top case y maletas laterales de aluminio, con un 50 por ciento de descuento por solo 650 euros (fuera de promoción costarán 1300 euros). Voge, en colaboración con Santander Consumer Finance S.A. ofrece posibilidad de financiación con cuotas a partir de 85 euros/mes. ¿Alguien da más?