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BMW ha renovado su trail media y ahora la familia comprende tanto la F 800 GS como la F 900 GS, que comparten el motor bicilíndrico de 895 cc… ¿qué las diferencia?
Dicen los anglosajones que “el diablo está en los detalles” y cuando comparamos motos que tienen un origen común, como las BMW F 800 GS y BMW F 900 GS, hay que fijarse en esos detalles. Dos diferencias saltan enseguida a la vista: la F 800 GS es más asequible (desde 11.275 euros, la F 900 GS a partir de 13.980 euros) y está pensada para un uso más asfáltico, con ruedas de aleación en medida 19 pulgadas delante (radios y 21 delante la F 900 GS). Veamos qué más esconden las trail medias de BMW…
El corazón de las dos BMW F-GS es el mismo, el probado bicilíndrico en paralelo de 895 cc de moderna generación. Pero para la “800” y la “900” BMW ofrece dos configuraciones diferentes: en la F 800 GS el motor ofrece 87 CV a 6750 revoluciones (y se puede limitar a 35 kW para carnet A2) mientras en la F 900 GS este mismo propulsor desarrolla 105 CV a 8500 rpm. A cambio el par motor máximo no es tan diferente: 91 frente a 93 Nm a 6750 rpm, con una curva más “llena” para la F 800 GS, que incide en la facilidad de pilotaje y en el uso diario.
La báscula arroja diferentes pesos para las dos F-GS de 895 cc, ya que para el modelo más “campero” se ha trabajado mucho en esa dirección, para mejorar su rendimiento off-road donde cada kg cuenta. El nuevo depósito de gasolina en plástico, el nuevo subchasis, el escape y otros detalles consiguen que la BMW F 900 GS haya rebajado 14 kg respecto del modelo anterior quedándose en 219 kg en marcha. La BMW F 800 GS aprovecha parte del rediseño para dejar la cota en 227 kg, solo 8 kg más que su ligera hermana, aunque su depósito de gasolina es ligeramente más capaz y gracias a su menor consumo podrá repostar más tarde.
Las BMW F 800 GS y F 900 GS está orientadas a motoristas de diferente carácter, más polivalente la 800 y más aventurera la 900, y eso se refleja más allá de la potencia (y cómo la entregan) o el peso. Además de usar llantas de aleación con neumáticos más asfálticos en la F 800 GS, y llantas de radios y neumáticos mixtos en la F 900 GS, la rueda delantera es de 19 pulgadas de diámetro en la primera frente a 21 pulgadas en la segunda.
También cambia la geometría de la moto: lanzamiento ligeramente más rápido en la F 800 GS (27 grados frente a 28) y distancia entre ejes también ligeramente más corta (1565 frente a 1590 mm), lo que junto a la rueda delantera de 19 pulgadas (recordemos 21 la F 900 GS) la convierte en más precisa y ratonera sobre asfalto. El neumático 110/80-19’’ de la F 800 GS además ofrece mejor pisada en asfalto que el 90/90-21’’ de la F 900 GS (detrás comparten medida con 150/70-17’’). No hay diferencias en el equipo de frenos, con discos de 305 mm delante y disco de 265 mm detrás, en ambos casos con la segura frenada ABS Pro que cuenta con centralita inercial para optimizar su funcionamiento en curvas.
BMW puso mucho énfasis en la renovada F 900 GS gracias a sus notables 14 kg de adelgazamiento respecto de la anterior F 850 GS, con un motor más potente y mejores prestaciones y electrónica, y desde luego es una gran opción “aventurera”. Pero también su hermana F 800 GS, algo menos potente (y limitable para carnet A2) pero notablemente más asequible, se ha puesto al día ofreciendo excelentes prestaciones “ruteras”. Ambas mejoran el equipamiento con luces LED completas, o la pantalla TFT de 6’5 pulgadas conectable al móvil.
Sin olvidar las excelentes opciones de financiación que BMW pone al alcance de sus clientes: a partir de 155 euros al mes para la F 800 GS, o 175 euros al mes en el caso de la F 900 GS (consultar condiciones).
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