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En Japón hay un grupo de pilotos que, en moto, se encargan de asistir en los accidentes que se producen en las intrincadas autopistas del Gran Tokio.
Tokio es una de las mayores ciudades del mundo con 14 millones de habitantes, mientras que en el área conocida como Gran Tokio, se estima que viven 37 millones de seres humanos. Las distintas partes de lo que es el Gran Tokio están conectadas por una serie de carreteras que se llaman la Autopista Shuto (Shuto Kōsoku-dōro), con múltiples túneles y pasos a diferentes niveles.
Para poner orden y, sobre todo seguridad, en la intricada Autopista Shuto, está el grupo de intervención Shutoko Patrol Co.,Ltd., popularmente conocido como las motos amarillas (se escogió este color porque es muy visible -los japoneses no parecen superticiosos-). En la Ruta Circular Central se encuentra el túnel Yamate de 18,2 km, el más largo de Japón.
Los miembros de las motos amarillas son los primeros en llegar en caso de emergencia: incendios, accidentes o, simplemente, coches averiados en medio de un túnel o paso elevado. Se trata de una compañía privada y son las únicas personas autorizadas a intervenir en una emergencia, junto con la policía y los bomberos.
El escuadrón de las motos amarillas consta de 40 miembros que funcionan en dos turnos, día y noche, y están siempre preparados para intervenir cuando sea necesario. Su trabajo más importante es asistir en los casos cuando se produce un incendio en un túnel. En esas circunstancias, la velocidad de respuesta puede ser (literalmente) vital. No hay vehículo más rápido por la ciudad que la moto.
La herramienta de trabajo de la Shutoko Patrol Co.,Ltd es una flotilla de Honda CB400Four por supuesto pintadas de amarillo y equipadas para las labores de emergencia y rescate con luces rojas giratoria y sirenas a ambos lados de la moto, cámara de grabación debajo del faro delantero, radio con antena y dos maletas, además de un altavoz trasero para dar instrucciones a los vehículos cercanos y otra luz roja giratoria en la parte posterior.
Los pilotos llevan un casco Arai abierto con intercomunicador, protectores de espalda y pecho, chaleco airbag reflectante y un uniforme azul de cordura con protecciones en codos, hombros y rodillas. Nos parece un trabajo muy divertido… a menos que tengamos que entrar en un túnel ardiendo de 18 km de largo… Ya sabes, no hay curro perfecto.
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Tras estudiar periodismo e inglés, en los 80 me publicaron una entrevista con Kenny Roberts y desde entonces estoy en este mundo. Dispuesto a aprender hasta la caída de la bandera ajedrezada.
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