Royal Enfield Super Meteor 650: acertada custom retro

Desde que en 2018 se presentaron en el mundo la Royal Enfield Interceptor 650 y la Continental GT, ya se han vendido más de 400 000 unidades de estos dos modelos. La Super Meteor 650 lleva el mismo motor que sus hermanas, un bicilíndro en línea SOHC de 648 cc con 8 válvulas refrigerado por aire y aceite. La potencia es de 47 CV a 7250 rpm, es decir, ideal no solo para cualquier aficionado sino también para un conductor novel que esté estrenando el carnet A2. Podrá disfrutar de la Super Meteor desde el primer momento, sin que sea necesario limitarla de potencia. El par máximo de 52,3 Nm se alcanza a las 5650 rpm.

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Al rodar con la Super Meteor 650 (¡benditas las motos que tienen nombre y no una sopa de letras!) enseguida te das cuenta de que el bicilíndrico tiene unos excelentes bajos. Tanto es así que el 80 por ciento del par disponible se encuentra a solo 2500 rpm. Una situación que se adapta como anillo al dedo a este modelo que Royal Enfield lo define como custom retro. Bueno, en los mercados internacionales ahora emplean el término cruiser pero pensamos que son cuestiones semánticas que no tienen mayor importancia. De acuerdo con el diccionario Oxford, “cruise es viajar en un vehículo a motor de manera suave a velocidades moderadas”. Algo te aseguramos es capaz de hacer la Super Meteor durante todo el día, como demostró en esta prueba dinámica por las carreteras de los alrededores de Valencia capital.

Royal Enfield Super Meteor 650 2023

El trabajo que ha hecho Royal Enfield no ha sido simplemente coger el motor ya conocido de la Interceptor y Continental para darle un toque estético custom. Tampoco se trata de utilizar la base de la Meteor 350 (sin duda la hermana pequeña de la moto que ves aquí) y plantarle el bicilíndrico. No, la Super Meteor 650 es una moto completamente nueva. Royal Enfield asegura que, además de las simulaciones en ordenador que ya son inevitables en la época en la que vivimos, sus probadores han recorrido más de un millón de km por India, Reino Unido y España para poner a punto el producto final.

Joaquín Cuñat, responsable de Royal Enfield España, nos explicó que hace poco India y la UE habían firmado un tratado comercial que eliminaba o reducía los aranceles en los productos. Por ello la Super Meteor 650 estará a la venta en toda España a partir de marzo a 7247 euros. Ese es el precio de la versión base que se llama Astral, y se puede elegir en tres colores (negro, azul y un muy británico verde). El siguiente paso es la versión Interestellar (nos gustó mucho la peli del mismo nombre y su banda sonora) a 7447 euros (precio capicúa) en verde o gris. Por último podemos decantarnos por el tope de gama, la Celestial (7747 euros) en rojo o azul que viene de serie con pantalla y lujoso asiendo de grandes dimensiones y respaldo. En la prueba solo tuvimos acceso a la Astral, la versión base, pero las diferencias con las otras son más bien cosméticas. Como buena custom (que viene del inglés “a medida”), Royal Enfield ofrece un enorme catálogo de accesorios para que le des la imagen que tú quieras, más minimalista o recargada.

La Super Meteor 650 es la primera Royal Enfield que emplea un horquilla invertida, bueno, no podemos decir que sea algo muy novedoso en 2023, pero bienvenida sea. Se trata de una unidad firmada por Showa que tiene 43 mm de diámetro, 120 mm de recorrido y sin regulación. En el eje trasero encontramos dos amortiguadores de la misma ganadería con regulación de precarga en cinco posiciones. La horquilla nos gustó mucho pero el amortiguador quizá lo sentimos un poco seco, sobre todo en las zonas más bacheadas. Quizá esto viene por el hecho que el recorrido es de solo 101 mm... La marca nos recordó que esta moto está diseñada para que sea versátil, y su rango de utilización abarca incluso hasta ir en pareja y con equipaje (no es mi caso porque mi mujer prefiere confeccionar ropa a montar en moto).

Llegamos al apartado de los frenos, unos Bybre (By Brembo, que es una segunda marca del afamado fabricante) que si no nos equivocamos están fabricados precisamente en India. El disco delantero es de 320 mm (el mismo de sus hermanas) con pinza de dos pistones. Los cambios están atrás, porque allí el disco es de 300 mm (240 mm en la Interceptor y Continental). La Super Metero, como buena custom, es larga (1500 mm de distancia entre ejes) y baja, la moto se siente bien plantada y, si bien la agilidad no es su punto fuerte, en carretera o ciudad se mueve con soltura. A la hora de frenar hay que apoyarse bastante también en el freno trasero. A lo que hay que sumar que estamos ante una moto relativamente pesada (241 kg con todos los llenos hechos).

Otro aspecto custom son las medidas de las llantas de aleación (19 pulgadas delante y 16 detrás). Al no tener radios, la Super Meteor (a diferencia de la Interceptor y Continental) lleva neumáticos tubeless (sin cámara), algo que consideramos innegociable en el siglo XXI. El asiento está a solo 740 mm del suelo, así que una persona baja no tendrá problemas en este aspecto. Mido 174 cm y llegaba al suelo con las plantas de los pies apoyadas con firmeza en nuestro Planeta Azul. Un detalle que solo los que lo sufrimos sabemos lo importante que es. Mi moto personal tiene un asiento alto (835 mm) y es un poco un engorro, pero bueno, todavía me queda por dar el estirón…

El cambio es el ya conocido en sus hermanas y funciona bien. En la Super Meteor 650 los reposapiés van adelantados (es una custom, cruiser o como queramos llamarla) y enseguida cambiamos el chip y al coger nuestra moto de forma instantánea echamos el pie hacia delante para engranar la primera. El ser humano es un animal de costumbres… Los reposapiés van embutidos con unas generosas gomas que no solo filtran las posibles vibraciones sino que ayudan a dar aspecto retro al modelo. El bicilíndrico en línea lleva el cigüeñal calado a 270 grados (rollito V-twin), además cuenta con un eje de equilibrado para suavizar las posibles vibraciones. Estas solo se notan cuando exprimimos el motor a tope, algo que no tiene mucho sentido en esta moto, concebida para mantener una relajada velocidad de crucero aprovechando su par desde bajas vueltas.

El cuadro de mandos es híbrido (analógico y digital), con una escala analógica por el exterior que nos indica la velocidad, mientras que otros parámetros como km recorridos, autonomía, etc. quedan plasmados en un panel LCD. Lo que no acabamos de entender es la ausencia de un tacómetro (cuentavueltas). Sí, sabemos que en una custom no es un elemento muy demandado pero pensamos que es una información importante, sin ir más lejos durante el rodaje. Los bajos (sótanos) del bicilíndrico nos permiten usar poco el cambio pero nos quedamos con las ganas de ver, por ejemplo, a qué régimen entraba el corte de encendido.

¡Nos gusta!

Ya hemos dicho que los bajos del motor ayudan a no tener que ser esclavos del cambio, más bien lo contrario. Además, el embrague cuenta con sistema antibloqueo y ambas manetas son regulables, aunque no notamos mucha diferencia de un extremo a otro en la posición de estas. Para conseguir una moto baja y larga hubo que realizar un chasis nuevo, que es una estructura tipo espina dorsal y ha sido diseñado por los especialistas británicos de Harris Performance, una compañía que fue adquirida por Royal Enfield hace unos años. Hay un nuevo soporte de culata que proporciona una rigidez extra.

Otra novedad en la gama Royal Enfield es el faro y el piloto trasero de LED, que se estrena en la Super Meteor 650. Pese a emplear tecnología moderna, la estética de estos elementos como el resto de la moto siguen los cánones del lenguaje custom retro. Un detalle práctico es el módulo de navegación TBT/Turn-by-Turn Tripper (que por medio de flechas va indicando el camino) desarrollado por Royal Enfield en colaboración con Google. Para utilizarlo debemos conectar con él nuestro móvil. Durante la prueba dinámica celebrada en Valencia no tuvimos oportunidad de probarlo pero, de funcionar bien, puede ser una gran herramienta a la hora de viajar.

En resumidas cuentas, ésta es una moto digna de su nombre: un meteorito (Meteor) tiene que brillar con luz propia. Así ocurre en el caso de la Royal Enfield Super Meteor 650. Los bajos del motor, la estabilidad del conjunto, la conseguida postura encima de la moto (con los pies adelantados como mandan los cánones custom), el asiento bajo y la atención al detalle la convierten en una interesante entrada al mundo cruiser.